Para situar los acontecimientos, en la madrugada del 15 de octubre de 2016, en un bar de Altsasu, un pueblo de la parte navarra de Euskal Herria, una pelea implicó a varios jóvenes de la localidad y dos agentes de la Guardia Civil -fuera de servicio- y sus parejas. El caso llegó a juicio en la Audiencia Nacional, donde el fiscal describió los hechos como un ataque terrorista y pidió penas de entre 12 a 62 años de prisión para los ocho acusados. En la sentencia, la jueza rechazó los cargos de terrorismo, pero condenó a los jóvenes con sentencias de entre 2 a 13 años de cárcel por agresión tumultuaria. Finalmente, el Tribunal Supremo terminó por reducir las penas, que terminaron por oscilar entre 1 año y 6 meses de prisión y 9 años y 6 meses de prisión.
Leer más