Los donuts envenenados
“Me cubro con la capucha y me tapo la cara con un pañuelo hasta la altura de los ojos. Son las dos de la mañana, cuatro compañeros vigilan los cuatro accesos, en caso de que venga la policía un silbido y nos desharemos de todas las pruebas en segundos, otros cinco comenzamos a pintar. Con el dedo índice aprieto el spray, en las sucursales bancarias, en los centros comerciales, en las cadenas de supermercados… pero nunca en los pequeños comercios.
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