Las protestas en Sainte-Soline y el estado de Serge. «Que el estallido social en Francia se extienda internacionalmente como pólvora anticapitalista»

Por compañeras y compañeros de Serge

En este artículo queremos informaros de un acontecimiento que nos golpea, de la manera en que la represión lo hace siempre, pero que al mismo tiempo nos lanza con más fuerza y más rabia, a una lucha más madura. El pasado sábado 25 de marzo, durante las protestas contra la construcción de los embalses de Sainte-Soline, la policía francesa lanzó granadas de gas lacrimógeno sobre los manifestantes dejando centenares de heridas y a nuestro compañero, Serge, en coma, ya que bloquearon el acceso a las ambulancias y no le pudieron dar atención desde el momento del impacto en la cabeza del proyectil.

Fuerza para Serge y todas las oprimidas

El cada vez más conocido “Soulèvement de la Terre1 (Sublevación de la Tierra) fue uno de los colectivos organizadores de la protesta en Sainte-Soline, convocó allí a unas 30.000 personas. Se trata de una amalgama que agrupa diversas asociaciones, agrupaciones de campesinos, feministas, sindicatos, individualidades ecologistas y gente local afectada. Durante varios días realizaron acampadas en unas jornadas para paralizar la construcción de dos enormes balsas que abastecerán la agricultura intensiva del aguacate de la zona. Todo esto acontece mientras los pueblos colindantes tienen que abastecerse con camiones cisterna.

Unos 3.200 policías fueron movilizados, tras ilegalizar la protesta, a la zona de la acampada en la que se dieron cita colectivos de todo el mundo bajo la consigna “¡No es sequía, es saqueo!”. Desde Chile, hasta el África occidental, colectivos del Kurdistán y de gran parte de Europa, como NoTAV, se dieron cita frente a las balsas, desde las que la policía, en una ventajosa posición sobre elevada con respecto a los manifestantes, les arrojó más de 5.000 granadas GM2L de gas lacrimógeno en un intervalo de 2 horas. Una de estas granadas alcanzó a Serge en la cabeza, rompiéndole el casco y causándole una herida en la cabeza. Junto con él, 200 personas resultaron heridas; otro compañero, Mickaël, afortunadamente, ya ha salido del coma que le provocaron. Algunas manifestantes, por su parte, consiguieron prender fuego a furgonas de la policía llenas del armamento antidisturbios con el que estaban atacando esta manifestación.

En un año de sequía como en el que nos encontramos, la protesta en Sainte-Soline con respecto a la cuestión del agua, en la que se sitúa como eje central paralizar el proyecto de las balsas, lanza la voz de alarma sobre lo que supone la desecación y consecuente contaminación de los acuíferos de este humedal, uno de los más grandes de Francia. Esta denuncia nos puede resonar porque asistimos a un atropello muy similar en la Península Ibérica, donde la Junta de Andalucía da luz verde al flagrante expolio de uno de los más importantes Parques Naturales protegidos de Doñana, de donde se quiere robar el agua que este año faltará para el riego en el marco de una agricultura irracional y dañina, como no puede ser de otro modo bajo el sistema capitalista en el que nos encontramos. La plataforma Salvemos Doñana2 quiere reactivar su actividad de defensa de este Parque Natural, aunque a diferencia de «Soulevement de la Terre», estos quieren convencer a los mismos responsables políticos que tomaron la decisión de legalizar los pozos que esquilman el acuífero. Es, entonces, natural que sus apoyos sean minoritarios y su capacidad de lucha esté tan limitada como las voluntades políticas a las que apelan.

Contexto actual de lucha política en Francia

La brutalidad policial se ha ido alimentando a sí misma desde que la calle ha ido respondiendo contra el decreto de Macron para el aumento de la edad de jubilación de los 62 a los 64 años. Llevan varios meses de protestas, huelgas sin preaviso, y bloqueo de carreteras. Todo va precedido de asambleas, agrupaciones que tras años de trabajo, de recopilación de las experiencias de lucha, han dado forma a toda esta rebeldía. Cuando a Martínez, secretario general de la CGT francesa, se le pregunta si las huelgas de las refinerías van a continuar o no, él responde que no depende de él sino de las asambleas de los trabajadores. Tomando como ejemplo este sector, en la empresa Exxonmobil, los trabajadores no han sucumbido a la amenaza de Macron de requisar las instalaciones y se mantienen en su rechazo a cesar la huelga liderada por CGT y «Force Ouvrière» al considerar que la subida salarial del 6,3% en 2023 es insuficiente.

Las protestas se extienden por todo el país, conectando sur y norte en una ofensiva colectiva y bloqueando el habitual flujo de mercancías, a lo que el gobierno ha respondido sacando una ley que obliga a reincorporarse a los trabajadores en huelga bajo la amenaza de sufrir sanciones penales. Este tipo de leyes surgieron por primera vez en democracia en España con la huelga de controladores aéreos del 2010 que, por la declaración del Estado de Alarma, el cuerpo militar de la UME asume el control y obliga a los trabajadores a volver a sus puestos. A estos trabajadores también se les machacó por parte de los medios hasta que toda la opinión pública les echaba la culpa sin tener ni idea de lo que realmente estaba en juego.

La experiencia de los «Chalecos Amarillos» franceses les ha mantenido bien preparados y habiendo aprendido algunas lecciones. Ya quedó atrás aquel discurso inicial del que se zafaron, no sin dificultades, en que la extrema derecha revolvía el río, sembraba confusión y salía a la pesca de filiación despistada, que aceptaba sus medias verdades.

También se puede apreciar una mejor y mayor organización tras toda la represión sufrida, como es el caso de Défense Collective3, que es una agrupación de apoyo a las compañeras detenidas o que enfrentan algún proceso judicial. Este colectivo, así como «Soulèvement de la Terre», han sido amenazados con su disolución por el Ejecutivo francés.

Para ayudar a la coordinación de los bloqueos, los paros y las asambleas, «Tsunami Toulouse» es una herramienta muy interesante. Se trata de un canal de Telegram por el que seguir los acontecimientos, lanzar convocatorias, etc. Consigue una amplia difusión y es ágil. A las manifestaciones en Francia recomiendan acudir con casco, mascarilla para los gases, un paraguas para repeler los botes de humo (conectando experiencias con las protestas de Hong Kong), o que sirva como escudo. Se suceden, así pues, talleres prácticos de cómo acudir a las manis.

Medios de comunicación e izquierdas

Serge es un militante, como algunos de sus camaradas le han calificado, “marxista urbano4, comprometido siempre desde la ciudad de Toulouse, que ha sabido entender la vinculación ulterior de todo lo que tiene lugar a nivel medioambiental con la depauperización de las condiciones de vida de las zonas obreras, tanto rurales (aunque especialmente), como urbanas. Particularmente en Francia, donde, como ya vimos con las protestas de «Chalecos Amarillos», el componente obrero rural es bastante significativo.

La madre y el padre de Serge, por medio de diversos comunicados, han enfrentado el discurso vertido en los medios de comunicación por la policía. Ésta filtró el dossier de Serge acusándole de encontrarse desde el 2010 fichado por la policía como clase “S”5, que es como califican a los individuos vigilados por la policía pero que no son objeto de detención inmediata. Ellos, por su parte, han denunciado a la policía por tentativa de homicidio, al obstaculizar la llegada de las ambulancias, así mismo, por “violación del secreto profesional en el marco de una investigación policial y utilización indebida de información contenida por un expediente”. Han hecho un alegato sin victimismos en favor de la lucha que ha desarrollado Serge todos estos años, calificando sus actos como honorables.

Además de tener que combatir las informaciones inexactas, intencionalmente publicadas con idea de emborronar a la opinión pública, han tenido, tanto ellos como sus camaradas, que estar continuamente combatiendo las ideas de manifestantes “buenos” y “violentos”. Este discurso que solamente busca dividirnos, se aleja mucho del espíritu de “cada quien según su capacidad y a cada quien según su necesidad”, es decir, en las manifestaciones unos realizan la presión en la manera en que su capacidad o voluntad les permite.

Evolución del movimiento y cómo solidarizarnos

Desde que se anunciara el decreto se han sucedido más de doce jornadas de huelgas y protestas masivas por el país. Las burocracias sindicales han quedado en entredicho frente a la clase obrera y frente a sus mismas bases que se empeñan ahora en crear otro tipo de organizaciones tras la pérdida tan flagrante de credibilidad de sus cúpulas. Bases de la propia CGT están tratando de crear un germen de organización sindical combativa y de clase en diferentes ciudades del país. Un análisis que también da mucho ánimo a que la lucha se mantenga es la capacidad de la clase obrera de agotar a las fuerzas del orden. No son invencibles y además son finitas, se cansan, están ahí por un sueldo pero rodeados de toda la población que sufre lo que hacen.

Serge, ni olvido, ni perdón

El colofón de toda esta ola de protestas toma forma este primero de mayo. Para suerte del anticapitalismo francés, Macron es capaz de legislar haciendo saltar resortes. Además de estar mejor organizados después de las experiencias de los Chalecos Amarillos, se cuenta con otro elemento detonante: que la burguesia en general también ha azuzado contra el decreto. Desde luego no por las mismas razones, pero ciertas capas de la burguesía, las cúpulas de los sindicatos principales, no fueron tomados en cuenta y por tanto reclaman su parte de poder. Aún siendo esto así, azuzan a sus filas, esto general la misma sensación de movimiento masivos que los momentos previos a los procesos electorales. Cuando, gracias a la organización previamente existente, se consigue romper los límites en los que la burguesía inserta la protesta social, surgen estos episodios. En la península carecemos de ambos elementos, ni el estructural ni el superestructural… en un periodo de paz social aberrante dentro de la continua ofensiva contra la clase obrera.

Todos los comunicados originales en francés y más textos que no hemos traducido podéis encontrarlos en la página de Las Compañeras de Serge

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1https://lessoulevementsdelaterre.org/es-es

2http://www.xn--salvemosdoana-rkb.es/somos/

3https://defensecollectivetoulouse.noblogs.org/

4https://lescamaradesdus.noblogs.org/post/2023/04/07/discours-lu-par-un-camarade-a-marseille/

5https://www.francetvinfo.fr/faits-divers/sainte-soline-l-un-des-deux-manifestants-grievement-blesses-un-toulousain-de-32-ans-est-fiche-s-depuis-2010_5737817.html

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