Dirección: Aysha Rafaele & Joseph Bullman. Año: 2022. Duración: 61 min.
Life and Death in the Warehouse tiene la virtud de actualizar el cine social que aborda las cuestiones laborales más acuciantes. En poco menos de una hora, esta película consigue desmontar el mito de la desaparición de la clase obrera, y mostrar como la tecnología al servicio del capital es tan solo una versión mejorada del látigo. Rodada en un mega almacén de distribución de compras online en Gales y producida para televisión británica, ha conseguido ser nominada a los premios BAFTA con un guion basado íntegramente en los relatos de los trabajadores que podéis ver en Filmin.
La película nos va a presentar diversos factores claves para entender la explotación laboral en el presente; la filosofía de la empresa como una ideología que lo impregna todo, la estratificación de los empleados en diferentes categorías, la asunción de la competitividad constante, el control de la productividad a niveles enfermizos y, sobre todo, el más absoluto control de la información y del trabajo sindical.
El principal fallo de la película es que desvía la responsabilidad política al consumidor hasta el punto de perderse en su propio guion; ¿Qué es lo que más teme la empresa? La organización obrera. Sin embargo, este es un error completamente consecuente con la ideología individualista del capitalismo de consumo que debemos confrontar. Agotados los ciclos neorreformistas que expoliaron la fuerza que se generó en las calles tras la crisis del 2008 para rescatar al régimen, se hace imperativo retomar estrategias de lucha que puedan aportar en la emancipación de la clase trabajadora. En esta coyuntura, producciones que muestren la realidad más cruda del capital, nos pueden ayudar a entender mejor el contexto en el que es una emergencia que actuemos.
Por Miguel Brea