
Las Fuerzas Armadas de Israel interceptaron el navío Handala cerca de las costas palestinas en torno a las 22.30 del sábado 26 de julio. El barco de la Flotilla de la Libertad, que tiene como objetivo romper el bloqueo y llevar ayuda humanitaria a la población de Gaza en estos días de especial efecto de la hambruna provocada por Israel, fue dirigido hacia la costa. En el momento en el que escribimos estas líneas, sus tripulantes siguen bajo custodia de las autoridades israelíes.
Gaza se muere de hambre…
“El barco se dirige sin inconvenientes hacia la costa israelí y todos los pasajeros están a salvo”, aseguró el ejército sionista en un comunicado, advirtiendo que “los intentos no autorizados de violar el bloqueo son peligrosos, ilegales y socavan los esfuerzos humanitarios en curso”.
Hablar de «esfuerzos humanitarios en curso» cuando Israel anunció hace poco su intención de construir una suerte de campo de concentración sobre las ruinas de Rafah y lleva bloqueando toda ayuda exterior desde el 2 de marzo, salvo por pequeñísimas excepciones, es una muestra de hipocresía tan descarada que nos haría reír si no fuera porque ya estamos llorando. Desde que se permitió que una ONG que sirve los intereses sionistas repartir algo de comida, más de 875 personas han muerto en las colas del hambre por disparos del ejército, y alrededor de 100 han fallecido de inanición.
Las imágenes de desnutrición y las cifras de decenas de personas que mueren de hambre en la Franja de Gaza han provocado que en los últimos días Israel permita la entrada de una ínfima cantidad de comida. El Estado que mantiene el bloqueo contra la población palestina ha enviado de forma aérea siete palés de comida y desde hace un par de días está dejando entrar con cuenta gotas unos pocos camiones de la Media Luna Roja. A todos ojos, denuncian las organizaciones internacionales, es insuficiente para paliar los efectos de llevar desde el 2 de marzo sin recibir comida o alimentos la población gazatí.

Mientras el ejército israelí concede este limitado acceso y anuncia una “pausa táctica” en sus ataques en la Franja, las organizaciones internacionales intentan recuperar toda la ayuda que lleva meses pudriéndose en la frontera y enviar la mayor cantidad de alimentos ante la duda de cuánto durará esta apertura de fronteras. Esta ayuda está compuesta por harina, azúcar, alimentos enlatados y poco perecederos. «Los camiones transportan grandes cantidades de alimentos, harina y suministros esenciales para infraestructuras, como parte de los esfuerzos continuos de Egipto por aliviar la crisis humanitaria que se agrava en la Franja”, afirman medios egipcios.
Las organizaciones humanitarias temen que esta pausa y esta poca ayuda que Israel ha dejado pasar solo sirva para relajar las presiones internacionales. De hecho, a las pocas horas de anunciar su intención, el ejército israelí ha matado al menos a siete palestinos y ha herido a una docena de civiles mientras esperaban el reparto de ayuda humanitaria anunciada.
…y el ejército sionista impide la entrada de ayuda
Este bloqueo es precisamente el que pretendía romper el Handala (como también lo intentó a principios de junio el Madleen), ambos detenidos por las fuerzas de ocupación.
El abordaje ocurrió después de mucha tensión en las horas precedentes ante el temor de que se reprodujera la misma situación que con el Madleen, el barco de la Flotilla enviado previamente y que corrió el mismo destino que el Handala.
El barco, el Handala, está compuesto por 21 activistas de diversas nacionalidades y profesiones, que zarparon de Siracusa, en Sicilia, el pasado 13 de julio. Entre ellos está el activista español Santiago González Vallejo. Economista ya jubilado, González Vallejo cofundó el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe (CSCA) y se ha destacado por investigar y denunciar a varias empresas españolas, como la vasca Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) , por su mantener negocios con la ocupación israelí.
También se encuentra a bordo Sergio Toribio, un mecánico de 49 años residente en Logroño, que ya viajó a bordo del Madleen en el mes de junio y fue interceptado, encarcelado y expulsado de Israel.

Las tripulantes recuerdan que esta acción quieren poner fin al genocidio, a la limpieza étnica, a colonialismo que practica Israel y defienden el libre tránsito, el acceso de la ayuda internacional, la recuperación de la actuación de la UNRWA y otras organizaciones internacionales de forma expedita y la satisfacción por parte de Israel de reparaciones por la destrucción de vida, infraestructuras y elementos que posibilitan la vida digna.