Grupo de Acción Social: el 15-M se rebela en Berlín

Alemania es, como ya sabemos, uno de los destinos más importantes de las personas que deciden emigrar del Estado español en busca de trabajo. Sin embargo, como ya ha ocurrido en incontables ocasiones a lo largo de la historia de la humanidad, el país receptor, lejos de ser un paraíso del pleno empleo de calidad con las calles pavimentadas con oro, se encuentra sumido en una realidad bien diferente.

Podemos remontarnos al año 2003, cuando el canciller socialdemócrata Gehrard Schröder propuso en el Bundestag la Agenda 2010, una serie de recortes en el sistema de seguridad social con el que pretendía fomentar la creación de empleo y un equilibrio presupuestario. Con esto se originó la figura de los famosos minijobs, con los que el paro disminuyó a costa de la precarización de la juventud. Con todo, miles de personas del Estado español decidieron emigrar a Alemania en busca de empleo en los últimos años (especialmente a partir del año 2008, con el estallido de la crisis financiera), alentadas por los bajos índices de desempleo frente a la dramática situación que nos encontramos aquí.

15m berlin
Manifestación en la Puerta de Brandenburgo –Lucas Rubio Albizu

En este contexto de constantes flujos migratorios hacia Alemania y su mercado laboral cada vez más precario, surge la asamblea del 15-M de Berlín en 2011, un día después de la manifestación que tanto movilizó a la gente en Madrid y en otras ciudades. Esta asamblea, formada principalmente por migrantes españoles, ha abordado diferentes temas desde su gestación y ha ido evolucionando en el tiempo, pero siempre con un espíritu horizontal de trabajo autogestionado llevado a cabo por personas con diferentes pasados y presentes militantes.

Como ejemplos de la labor que ha desempeñado la asamblea del 15-M de Berlín, podemos citar que a partir del otoño del año 2012 se empezó a pensar en cómo ayudar a la gente que llega a la capital a defenderse frente a los primeros pasos administrativos en la complicadísima maraña burocrática berlinesa (empadronarse, conocer los derechos y las obligaciones y un sinfín de requisitos que impone el gobierno para toda/o residente). Para ello, se creó un grupo de trabajo que desarrolló una página web en primera instancia y que, a partir de septiembre de 2013, empezó a ofrecer asesorías presenciales una vez a la semana. Lo que en un principio estaba pensado como un grupo de trabajo en el que apoyar a las personas recién llegadas, pronto evolucionó a un grupo de trabajo que apoyaba a gente con problemas derivados de la precariedad laboral, tanto por abusos laborales o contratos de explotación laboral, como por problemas o discriminaciones a la hora de recibir subsidios o por problemas con el seguro médico, recortado en el paquete de medidas de la Agenda 2010.

Tras detectar estos casos de precariedad laboral y de situaciones de explotación, la asamblea vio necesario, a mediados de 2014, centrase en apoyar la creación de asambleas de trabajadoras y trabajadores en las empresas, poniéndolas en contacto con sindicatos y ayudando legalmente en conflictos concretos. Y así es cómo nació el GAS o Grupo de Acción Sindical.

El GAS (www.accionsindical.org) se define como un grupo de “exiliados y explotados”. Su funcionamiento es muy similar al de una red de solidaridad (www.todoporhacer.org/redes-de-solidaridad-una-posible-herramienta-de-accion-colectiva). Cuando una persona tiene un problema en su trabajo, cuenta con el apoyo del GAS (el cual, a su vez, cuenta con el suyo) para ayudarle a solventarlo. Es una herramienta de apoyo mutuo, una forma de abordar nuestros conflictos cotidianos de manera colectiva y a través de la acción directa. Juntarse con nuestros/as iguales para abordar conflictos laborales. Pequeñas luchas con un objetivo claro y un enemigo palpable, por tanto, luchas “fáciles” de abordar entre un grupo no muy grande de personas. Enfrentarse a los obstáculos en colectivo, sin imposiciones de unas sobre otras, para generar una sensación de fuerza. Y el GAS, a su vez, mantiene contactos con algunos sindicatos alemanes, con los cuales se ha coordinado en algunas ocasiones.

Algunos medios patrios han tratado de vender esta lucha como la propia de unos/as pobres españoles/as siendo explotados/as por extranjeros/as sin escrúpulos. Un discurso marcadamente diferente del que nos topamos en las páginas de los diarios cuando son las/os extranjeras/os en España las/os que denuncian abusos dentro de nuestras fronteras. Pongamos por ejemplo el diario El País. El 16 de febrero de 2014 el pais subsaharianoseste medio publicó un artículo titulado “30.000 subsaharianos aguardan en Marruecos para saltar a Ceuta y Melilla” donde denunciaba “la presión migratoria”, a las mafias que introducen a subsaharianos/as en España y los saltos tumultuarios. Sólo les faltaba usar la palabra “invasión”, aunque ésta se intuía tras el telón. Este diario, en el mismo año, el día 29 de junio publicó un artículo en torno al GAS titulado “Trabajadores españoles en Alemania se organizan contra las injusticias laborales”. El doble rasero es claro: cuando nosotras/os somos las emigrantes, somos buenas personas en busca de trabajo; cuando los/as inmigrantes vienen a nuestro país, no es así. Y, por cierto, a El País se le olvidó mencionar un detalle muy importante: en muchas ocasiones, el GAS se ha enfrentado a empresarios españoles afincados en Berlín que estaban explotando a compatriotas suyas.

valla melilla

La lucha más importante del GAS hasta la fecha se ha llevado a cabo en la del sector de la enfermería. Son muchas las/os enfermeras/os que han acudido a la capital germana atraídas por las buenas condiciones que, aparentemente, se les ofrecían por este trabajo. Los seis primeros meses asistirían a un curso intensivo y cobrarían como practicantes (mucho menos del sueldo normal), hasta que, una vez alcanzado el nivel B2 de alemán, pasarían a cobrar sueldo estipulado y desempeñarían su trabajo en las mismas condiciones que las enfermeras y enfermeros alemanes. Pero tras los seis meses iniciales, a nadie se le equiparaban las condiciones de trabajo. Y, por si esto fuera poco, en su consta un mínimo de permanencia de dos años, con una penalización de entre 6.000 y los 10.000 euros sin se marchaban antes de este periodo (por cada mes trabajado, la penalización por irse disminuye en unos 400 euros). Es decir, se ha producido un auténtico dumping salarial utilizando a trabajadores/as del sur de Europa que cobran salarios inferiores a los de las personas autóctonas y que son utilizados para rebajar las condiciones laborales de las/os propios/as alemanes/as, ante el miedo de que sus puestos de trabajo los ocupen españoles/as, griegos/as o italianos/as.

Ante esta situación, el GAS lanzó la campaña #LaMultaMeMata, en unión con enfermeras/os de cualquier procedencia. Concentraciones, encuentros de formación, cartelería por toda la ciudad son los primeros pasos que han dado en un conflicto que sigue abierto. Para más información sobre esta lucha, véase el artículo “Enfermeros en Alemania: explotación o multa”, de Laura Cruz, publicado en el periódico Diagonal el 2 de julio de 2015.

15m berlin enfermeras

Imagen extraída de www.diagonalperiodico.net

El GAS a menudo se coordina con la Oficina Precaria Berlín, un grupo heredero de aquél inicial que se dedicaba a asesorar a recién llegadas. Cuando en la Oficina Precaria se detecta un posible conflicto laboral, se llama inmediatamente a la gente del GAS para que la afectada pueda usar su red de apoyo, y cuando en el GAS reciben noticia de alguna persona que tiene un problema individual y que como tal debe ser resuelto, ponen en contacto a esta persona con la Oficina Precaria.

Esto tipo de luchas tienen por fin el empoderamiento de la gente y la defensa de sus derechos. Y sus medios son el movimiento asambleario y la acción directa, rechazando cualquier ayuda institucional y basándose en la autogestión y en la autoorganización. Dos ejemplos concretos de la victoria del trabajo asambleario de base que no pueden sino crecer y expandirse: se trata de no dejar la actividad política en manos ajenas, sino de dar un paso adelante y buscar la solución a los problemas de cada una.

Agradecemos a Pedro Ángel y a la Xeli la información que nos han proporcionado para escribir este artículo

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3 comentarios en «Grupo de Acción Social: el 15-M se rebela en Berlín»

  • el 05/09/2015 a las 12:18
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    Este mes le hemos dedicado varias páginas a un tema muy importante: la inmigración, la emigración y la crisis de las refugiadas.

    Comenzamos con el artículo «Esto es Europa» (https://www.todoporhacer.org/esto-es-europa), donde recordamos que «los diversos gobiernos gastan su tiempo en marear el problema de unos a otros… Vergüenza y asco es lo que te viene a la cabeza en estos momentos. Nos consideramos el ombligo del mundo, la civilización por excelencia, y lo que destilamos es ignorancia y crueldad». En este mismo artículo rescatamos algunas reflexiones del libro «Partir para contar. Un clandestino africano rumbo a África» (https://www.todoporhacer.org/novela-partir-para-contar-un-clandestino-africano-rumbo-a-europa).

    Un poco más adelante, abordamos el 15-M de Berlín y su Grupo de Acción Sindical (https://www.todoporhacer.org/gas-15m-berlin), para ver cómo se organizan españolas emigradas a Alemania frente a los abusos laborales a los que se enfrentan. «Algunos medios patrios han tratado de vender esta lucha como la propia de unos/as pobres españoles/as siendo explotados/as por extranjeros/as sin escrúpulos. Un discurso marcadamente diferente del que nos topamos en las páginas de los diarios cuando son las/os extranjeras/os en España las/os que denuncian abusos dentro de nuestras fronteras».

    Pero los movimientos migratorios no son un fenómeno actual. Han existido durante toda la historia de la humanidad y por causas diversas. En «El camino de la Retirada en Francia» (https://www.todoporhacer.org/ruta-camino-retirada) queremos recordar que en 1939 España era un país de exportador (y no importador) de personas, que 500.000 republicanas y anarquistas cruzaron a pie a Francia y que buena parte de ellas fueron maltratadas y encerradas en campos de concentración. Esto, que tan deplorable y miserable nos parece, no se nos debe olvidar jamás. «Europa ahora finge no escuchar el grito de auxilio de otro pueblo devastado; el sirio. Tolera el hedor de los cadáveres hacinados en camiones de porte. No se moja en el rescate de las/os niñas/os que surcan el Mediterráneo huyendo de la guerra y del genocidio perpetrado por ISIS. Europa no escucha, no mira, no habla. Golpea, dispara, lesiona y asesina a quienes intentan adentrarse en su interior. Europa ignora su pasado y su fundamento. Macedonia, Serbia y Melilla son sus puertas, y están cerradas y custodiadas. Europa se revela hipócrita, perezosa y cobarde. Traiciona su propia esencia y olvida la primera frase que soltó por la boca: «La paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan» (Robert Shumann, 9 de mayo de 1950, Discurso fundacional de la CECA). No hacer este esfuerzo es ser cómplice de la muerte».

    Por último, recomendamos varios libros sobre el exilio republicano y anarquista español de la posguerra (https://www.todoporhacer.org/exilio-republicano-espanol) y, concretamente, el libro de «El Arte de Volar» (https://www.todoporhacer.org/arte-de-volar).

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