Ahed Tamimi: símbolo de la resistencia palestina contra la ocupación israelí

Mi hija solo tiene 16 años. En otro mundo, en vuestro mundo, su vida sería completamente diferente. En nuestro mundo, Ahed es la representación de una nueva generación de nuestro pueblo, de jóvenes luchadores por la libertad” – Padre de Ahed Tamimi

Se llamaba Musab Firas al-Tamimi, tenía 17 años y el 3 de enero tuvo el dudoso honor de convertirse en la primera víctima a manos de Israel en 2018. Unos soldados israelíes le dispararon en el cuello. Ocurrió en la localidad de Deir Nidham, al norte de Ramallah y falleció a los pocos minutos de llegar al hospital. Fue el mismo día en que el ejército atacó las ciudades de Hebrón, Nablús, Jenín, Ramallah, El-Beira y Belén, en operaciones que culminaron con la detención de 22 palestinos/as.

El número de palestinos/as asesinados/as por las fuerzas de ocupación israelíes desde que Donald Trump reconoció a Jerusalén como capital de Israel asciende – al cierre de esta edición – a 14, según el Ministerio de Sanidad palestino.

Un aniversario violento

Este año – concretamente en el mes de mayo – se cumplen 70 años de la creación del Estado de Israel y de la Nakba (la “catástrofe”, en árabe). Desde su creación, la historia de la región se ha caracterizado por lo que el historiador judío Ilan Pappe denomina la limpieza étnica de palestina, el estatus de ciudadanos de segunda de los palestinos y su exilio tras la aprobación de las Leyes de Propiedad entre 1950 a 1958 y la ocupación militar israelí. 70 años después y el ejército sigue matando a adolescentes palestinos que salen a la calle a protestar.

La familia Tamimi

Musab, el joven asesinado, era pariente de Ahed Tamimi, la adolescente de 16 años detenida el 20 de diciembre por las fuerzas israelíes tras abofetear a un soldado y que se ha convertido – después de que la grabación de su acción se difundiera e hiciera viral – en símbolo de la resistencia contra la ocupación. Los hechos ocurrieron delante de su vivienda, en Nabi Saleh, después de que los militares dispararan una bala de goma en la cara a su primo Mohammed Tamimi, de 15 años, durante las protestas contra el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte del ejecutivo de Donald Trump. Como consecuencia del disparo, el joven tuvo que ser intervenido durante seis horas para la extracción del proyectil de su cabeza y el equipo médico tuvo que inducirle un coma.

La familia Tamimi es una conocida por su activismo y no es ajena a las detenciones (de hecho, su madre, Nariman, y su prima, Nur, también se encuentran en detención preventiva) y ahora la joven se enfrenta a doce cargos que podrían significar diez años de prisión por “asalto agravado”, “entorpecimiento del cumplimiento del deber de un soldado”, “provocación”, “amenazas a la vida de un soldado” y “lanzamiento de piedras”, entre otros. No es la primera vez que pasa por esto, pues en 2015, cuando tenía 14 años, mordió a un militar que intentaba detener a su hermano, de 11, y la acción también se grabó y viralizó en redes sociales.

Tras su detención, el Ministro de Educación israelí afirmó en una entrevista que las tres “deberían acabar sus días en la cárcel”. Asimismo, el Gobierno israelí asegura que investigó a la familia – característica por su piel blanca y sus cabellos rubios – por si se trataban de actores en vez de una familia verdadera, sin llegar a “conclusiones definitivas” al respecto.

El Tribunal militar y la paranoia de un Estado

En el artículo “El juicio a Ahed Tamimi muestra la profundidad de la paranoia israelí”, publicado por Richard Seymour en El Salto, se establece que “Tamimi ha sido llevada a juicio ante un tribunal militar, con un índice de condenas del 99,7% (un índice totalitario, podría decirse). […] Déjenme repetirlo: una chica de dieciséis años ha sido llevada a juicio ante un tribunal militar por abofetear a un soldado de las fuerzas de ocupación. Sé que Tamimi no es ninguna especie de chiquilla ingenua. Es una activista antiocupación con experiencia. […]

Una chica de dieciséis años ha sido llevada a juicio ante un tribunal militar por abofetear a un soldado fuertemente armado. Una protesta con más carga simbólica que realmente molesta para los ocupantes. […] La integrante del Likud (el partido en el poder) y anterior general de brigada de las Fuerzas de Defensa de Israel Miri Regev se lamentó: ‘Cuando vi eso, me sentí humillada, rota’. Ben Ehrenrech informa de periodistas israelíes que usan ‘palabras como ‘castrado’ e ‘impotente’ para describir cómo se sintieron cuando vieron a ese soldado con su casco, su chaleco antibalas y su arma, y a la chica con camiseta rosa y cazadora azul que lo humilló. Pese a toda su fuerza, poder, riqueza y arrogancia, los había humillado’.

Al otro lado del debate, el vigor y el poder fálico de Israel fue de hecho demostrado por el acontecimiento, y por el heroísmo tranquilo y callado de las tropas. Avi Buskila, que preside la organización Paz Ahora, afirma que ‘los soldados actuaron heroicamente, exactamente como se esperaba de ellos’. Ya sean miembros del Likud o pacifistas, la premisa acordada es que esos astutos palestinos salieron para provocar, acosar y humillar a sus nobles y valientes chicos.

El respetado periodista Ben Caspit, que escribe para el sector de la prensa progresista y orientado a la paz, escribió en Maariv sobre cómo podría ser vengada la humillación: ‘No hay estómago que no se vuelva cuando presencia este vídeo… Yo, por ejemplo, si me encontrara con esa situación, haría tiempo que estaría detenido hasta terminar el juicio… En el caso de las chicas, deberíamos hacerles pagar un precio en otra ocasión, en la oscuridad, sin testigos ni cámaras’. […]

Lisa Goldman afirma que esta clase de discurso crece porque la cobertura mediática, también de los medios del ala progresista, se ha abandonado casi unánimemente a la reproducción acrítica de propaganda militar, o sea, el falaz argumento de que las tropas israelíes solo estaban ahí para impedir que los problemáticos y arteros nativos lanzaran piedras. […] Que un Estado fuertemente militarizado y con muchos apoyos, que avasalla sistemáticamente a su oposición, reaccione de modo tan frágil y delicado a una protesta en gran medida simbólica es demente.

Gil Gertel defiende que la base de este sentido de humillación es que Tamimi subvirtió la mitología sionista: en esta situación, ¿quién es realmente David y quién Goliat?

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2 comentarios en «Ahed Tamimi: símbolo de la resistencia palestina contra la ocupación israelí»

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