Esos “cuándos” que nos reúnen

Sobre #IsaLibre un crowfunding y un libro sobre desahucios para pagar las multas que le pusieron a nuestra compañera Isa por intentar parar uno en el barrio de Tetuán.  http://vkm.is/isalibre

Escribo estas líneas el día de la lotería. Por la pantalla del televisor ruedan lagrimones de emoción que, siendo reales para aquellos a quienes el sorteo hace un apaño, resultan un triste teatro del sistema en cuanto das un paso atrás, para tomar distancia. Melaza para la miseria. Sin embargo, en mi barrio (Tetuán, en Madrid), a algunos nos atraviesa hoy un regocijo sincero. La sensación de haber encontrado la suerte, no a través de un sorteo, sino en un largo camino de colaboración entre iguales.

En sólo dos días, estamos a 110 euros de llegar a los 5500 que hemos pedido (como mínimo) a través de una plataforma de crowfunding para pagar la multa de Isa, una compañera del barrio a la que han condenado a seis meses de cárcel y a una fuerte multa por intentar parar el desahucio de un vecino estafado. Con el dinero recaudado editaremos un libro sobre el movimiento de vivienda en Tetuán, con el que se recompensará a quienes aporten en el crowfunding. En realidad, queda mucho por recaudar: los gastos del juicio, la multa, la defensa y el recurso que viene, superarán previsiblemente los 10.000 euros. Además, tenemos que elaborar el libro y despachar impuestos. Así que llegados a los 5.500 seguiremos pidiendo vuestra ayuda.

Cuando escribo esto quedan 38 días de crowfunding y muchos más de seguir trabajando, pero hoy, como decía, sentimos una euforia equiparable a la de los premiados que salen por la tele.

¿Por qué? Mejor diremos cuándo. Cuando ves llegar los donativos de gente que sabes que está haciendo un esfuerzo económico, quitándose de algo, para pagar la multa de una vecina. Cuando sientes la calidez de los grupos de Apoyo Mutuo del Barrio, como la Red Invisibles (de Tetuán y otros barrios), que dedicarán el beneficio de su agenda anual a la causa; cuando sabes que muchas madres del cole donde va la hija de Isa están locas por poner su granito de arena. Cuando recibes cientos, y cientos, de mensajes de ánimo para Isa, o sabes que se están montando mercadillos solidarios en el barrio… Cuando todo esto sucede, puedes constatar que las redes de apoyo mutuo tejidas durante los últimos años, a pesar de las flaquezas impuestas por la precariedad, siguen atravesándonos.

Esa emoción colectiva es la que intentaremos plasmar en el libro que estamos elaborando. En Tetuán se paró el primer desahucio de Madrid después del 15M y se han dado casos significativos en la historia del movimiento por la vivienda. Un compañero llevó a España ante la ONU por echarle a la calle y ganó; una vecina, dos veces desahuciada, participó en una película premiada; un movimiento entero, el de la vivienda, encontró hogar en la azotea de Ofelia Nieto 29. Se resistió un mes, se evitó el derribo, se venció al Ayuntamiento del PP. Finalmente, volvieron sin avisar y con las palas metálicas por delante, ávidos de venganza.

Historias vibrantes que ya justificarían el libro, pero que no se pueden entender completamente sin las relaciones humanas –y políticas- tejidas de fragilidades sumadas para sostenerse, que se siguen reeditando hoy en el día a día del grupo, son la materia de la que está hecho nuestro regocijo hoy y que trataremos de imprimir también en el libro.

Escribo estas líneas el día de la lotería, a punto de cambiar de año. 2011, el año de las plazas, se va alejando, y las pequeñas explosiones de euforia colectiva, como la respuesta popular ante el caso de Isa, tienen casi todos sabores agridulces. Después de años de desahucios, descomposición social y represión, la pancarta en la que pone Sí, se puede ha dejado jirones en demasiadas esquinas.

De alguna manera, en esos cuándos de los que hablábamos antes, nos reencontramos y apretamos los nudos de las redes que tejimos: hoy con Isa y mañana contigo, siempre entre todas.

Luis de la Cruz 

Tetuán Resiste: una causa y un libro

El 20 de noviembre de 2014, un grupo de vecinas de Tetuán nos concentramos frente a una vivienda de nuestro barrio para tratar de evitar el desahucio de un vecino estafado por el usurero Antonio Arroyo Arroyo, que le había arrebatado su casa (completamente pagada) por un préstamo de 4.000 euros.

Isabel, vecina de Tetuán, intentó evitar el desahucio.

Allí fue empujada, arrastrada y llevada en volandas por ocho policías antidisturbios.

A nuestra vecina Isabel la acusaron de lesionar a tres antidisturbios. Armados y uniformados.

A Isabel, de 51 años, madre de dos hijas, la han condenado a seis meses de cárcel y a pagar una indemnización de 4000 euros, una multa de 1000, más las costas del juicio.

Al condenar a Isabel nos han condenado a todas las personas que nos negamos a aceptar que alguien pueda ser arrojado a la intemperie por el único motivo de no poder acceder al mercado especulativo de la vivienda. A quienes no aceptamos ningún desahucio más. A quienes luchamos por una vivienda digna para todas.

Como esta lucha es colectiva vamos a formar una cadena solidaria para pagar la condena de esta justicia tan injusta con Isabel.

Vamos a escribir un libro para que conozcáis todos los detalles de la lucha diaria por los desahucios en Tetuán, nuestro barrio, cuyos beneficios irán destinados a pagar multas y costas judiciales para nuestra compañera Isa.

Necesitamos que nos ayudes a pagar la multa de nuestra vecina.

PORQUE ISABEL SOMOS TODAS

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