Para quién no os conozca contadnos en líneas generales, ¿Qué es el Centro Social La Villana?
Es un centro social autogestionado, también un sindicato de barrio, en Vallekas – Madrid. Además, contamos con una librería asociativa (malaletra) y una taberna vegana (Veguiterráneo). Es la casa de 14 colectivos: el sindicato de vivienda PAH Vallekas y la Escuelita PAH, la Red de Apoyo Laboral, las clases de castellano, Bahllekas y otro grupo de consumo ligado a Huerta Pepines, el grupo feminista Ariskas, Orgullo Vallekano, la Despensa Solidaria / Nodo de producción, RadioVk, el Club Deportivo Puerto de Vallekas, Bloke Gorde, Escuela de las Periferias y SinPoli. Es un local accesible, con un gran salón de actos y cuatro salas para reunirnos, en frente del parque Amos Acero, entre la Albufera y San Diego.

¿Cómo surge el proyecto y en qué consistía en los primeros años? ¿Cuáles eran (o son) sus objetivos?
La Villana de Vallekas empieza en 2013 a partir de otro proyecto anterior llamado Oficina de Derechos Sociales (ODS) del centro social okupado Seco. En 2013 alquilamos un taller de dos plantas a partir de cuotas de socios, y continuamos nuestra actividad de sindicalismo social en torno a las fronteras y la vivienda. Formábamos parte de la Comisión de Vivienda de la Asamblea 15M de Puente de Vallekas, y luego nos convertimos en PAH Vallekas; continuamos también con las clases de castellano y los talleres de derechos; y se incorporaron nuevos colectivos, como Orgullo Vallekano, que lucha por los derechos sociales LGTBIAQ+ alejados del “capitalismo rosa”; y la Despensa Solidaria, que autogestiona un banco de alimentos con el lema “No es caridad, es justicia. Del barrio para el barrio”.

La Villana tiene varios objetivos: 1) construir estructuras autónomas de producción y reproducción, esto es, construir estructuras organizativas que nos permitan gestionar nuestras vidas de forma colectiva con la menor dependencia del mercado y del Estado (por ejemplo, con la recuperación de viviendas, la producción agrícola, la autofinanciación); 2) luchar en nuestros conflictos cotidianos de forma colectiva: en vivienda, empleo, papeles, alimentación, violencias, los distintos colectivos tienen asambleas de asesoría colectiva y acción directa, para defendernos y también atacar las formas de explotación y opresión que vivimos; 3) a través de las luchas, hemos ido creando una comunidad y aspiramos a relacionarnos entre nosotrxs de otras formas, más libres, horizontales y cooperativas, poniendo en el centro también la parte más material de esta cooperación y generando espacios de cultura, deporte, encuentro y fiesta accesibles y subversivas.
Hace poco os habéis mudado de local. Contadnos qué os ha llevado a este cambio, cómo ha ido el proceso (también a nivel de financiación, logística, etc), y qué características y espacios tiene el nuevo local.
En el antiguo local estábamos alquilados y el dueño quiso subirnos un 50% el alquiler; estuvimos buscando alternativas pero todas necesitaban obras y para eso teníamos que pedir préstamos, y sabíamos que a los 7-10 años nos iba a volver a echar. Así que empezamos a echar cuentas, inspirados por otros centros sociales y proyectos que se han lanzado a comprar. Estuvimos debatiendo entre nosotrxs y vimos que sí teníamos una gran voluntad de permanencia en el barrio y compromiso a largo plazo con el proyecto. Gracias a Coop57, la cooperativa de finanzas sociales y solidarias, y la gran cantidad de donaciones que recibimos de amigxs, pudimos comprar el local actual hace dos años. La letra, como antes el alquiler, la pagamos con la cuotas de socios, que somos ahora mismo unos 400. Las obras acabaron y nos pudimos mudar este marzo de 2025.

En la actual Villana hay dos empresas políticas, la librería Malaletra y la taberna Veguiterráneo, que son también la entrada al centro social. Contamos con un salón de actos para unas 100 personas y cuatro aulas para unas 10-15 personas, aquí se dan las clases de castellano y la Escuelita PAH; una de la aulas se utiliza también para hacer radio, con Radio Vk. Ya estamos a toda marcha y todas las semanas hay presentaciones de libros, debates y reuniones. Nuestro propósito es usar mucho más y hacer actividades en el parque Amos Acero, que está en frente y cuenta con unas gradas, pero el Ayuntamiento no lo está poniendo fácil, como al resto de colectivos del barrio.

¿Qué colectivos se juntan en el espacio, y qué relación tienen con la asamblea del centro ¿Cómo os organizáis? ¿Sois una asamblea abierta? ¿Los colectivos forman parte de la asamblea? ¿Cómo se puede participar en la Villana?
Tenemos dos asambleas mensuales y varios grupo de trabajo. Los primeros jueves de mes es la asamblea coordinadora, donde van enviados de los colectivos y los grupos de trabajo para tratar el cotidiano del espacio, tanto cuestiones de gestión como políticas. Los terceros findes de mes, tenemos la asamblea plenaria donde acudimos todas las personas de todos los colectivos, y las personas que quieren incorporarse, para tratar temas con más profundidad, debates, puesta en común de proyectos, propuestas a otros colectivos… Los grupos de trabajo son comunicación, gestión y burocracia, ocio y fiestas, decoración, y secretaría técnica; la limpieza la hacemos rotativa entre colectivos; y hay grupos de proyectos comunes como “sindicato de barrio” y “gestión comunitaria de las violencias”.
La bienvenida a las personas nuevas, que quieren conocer o incorporarse la La Villana, es antes de la asamblea plenaria de fin de semana; la propuesta es que empiecen a participar en el colectivo que más les interese. Se pueden pedir salas para hacer reuniones o actividades a través de la web o el mail, pero lo cierto es que con todxs lxs que somos, ocupamos casi todo el espacio con nuestras actividades. No pueden ser parte del centro social (sí reunirse de forma puntual) colectivos vinculados a partidos políticos.
Contadnos qué tenéis en mente para los próximos tiempos. ¿Qué actividades, proyectos o novedades estáis realizando o tenéis planeadas próximamente?
Estamos todavía aterrizando en el espacio. Nos gustaría vincular mucho más nuestras luchas, vivienda, empleo, papeles, alimentación, violencia, están todas muy relacionadas y sin embargo las luchamos por separado. Nos gustaría ponerlas además en relación con la crisis ecosocial y pensar prácticas de futuro en este sentido. Nos gustaría también establecer más alianzas en el barrio y en la ciudad. Los últimos años de la compra y la mudanza han sido de mucho trabajo interno, interesante y productivo porque hemos debatido más entre nosotrxs y, de La villana antigua que era más un contenedor de colectivos, ahora somos un centro social más entrelazado y con más horizontes compartidos. Ahora toca mirar para fuera y hacer alianzas y proyectos, más allá de las que tiene cada colectivo; pensamos por ejemplo en una “Red de estructuras populares y comunitarias”, inspirados por la XEPC de Manresa, o en construir “Instituciones barriales autónomas” a partir de un nuevo proyecto llamado El Puchero. Seguiremos peleando en cada uno de los conflictos en los que estamos, por quedarnos en nuestra casas o recuperar vivienda vacía, por nuestros derechos laborales y por derechos laborales para lxs que no tienen, por papeles y comida buena para todxs, contra el racismo y el fascismo (que está fuerte en los barrios con Desokupa), por un mundo feminista y disidente… pero queremos escalar el conflicto, lo queremos todo.

