Comunismo y civilización: excavaciones contra la ideología de la historia inevitable

Que vivimos en sociedades desiguales es una verdad como un templo. A nivel económico, de acceso cultural o desde un punto de vista de género o raza. Por mucho que las sociedades occi- dentales se envuelvan en un halo discursivo de humanismo y prosperidad, es todo pura fachada. No todos/as valemos lo mismo. Si bien esta desigualdad es patente, la perversión va más allá y se nos presenta como algo intrínseco a las sociedades complejas, como un puntal necesario para el progreso con mayúsculas. Sin esa estratificación social y distribución desigual de recursos, trabajos, conocimientos y capacidades decisorias, seguiríamos siendo bárbaros/as. Esta es la imagen de nuestra historia que siempre nos han presentado, eso que empezamos estudiando en el colegio. Un progreso lineal desde las cavernas hasta nuestros días, siempre hacia arriba, siempre a mejor y siempre siguiendo una senda que pareciera marcada, como si de una ecuación matemática se tratara.

Toda esta justificación de nuestra realidad desigual se hizo durante mucho tiempo en base a ciencias como la historia, la arqueología o la antropología. En este sentido, la asunción de que las sociedades complejas equivalen a sociedades desiguales se sitúa en el estudio de la prehistoria, en el tránsito realizado por grupos humanos del nomadismo basado en la caza y la recolección al sedentarismo. Domesticación de plantas y animales, creación de asentamientos cada vez más grandes, generación de excedentes, estratificación social y laboral, surgimiento de aparatos estatales o de centralización del poder…. Este es el camino, de dirección única, que se nos ha presentado a lo largo de muchos años como la senda general que ha recorrido el ser humano. Una cosa venía de la mano de la otra, inseparablemente.

Pero parece que las cosas van cambiando, que al igual que ha sucedido en la antropología, los planteamientos, hipótesis de partida y estudios realizados en estas últimas décadas desde la arqueología, van generando una visión de este periodo de la historia del ser humano más complejo, donde los caminos fueron muchos, a veces recorridos en ambas direcciones, donde encontramos sociedades preagrarias con asentamientos amplios y complejos, grupos sedentarios con grandes excedentes pero sin estratificación social o pueblos nómadas con sistemas de explotación social. La historia no ha sido pues sólo una, de igual modo que no lo son nuestros posibles futuros.

Sobre todo esto versa este programa del podcast Pol & Pop, que para esta ocasión cuentan con la participación de Rodrigo Villalobos, doctor en arqueología prehistórica y autor del ensayo de divulgación ‘Hoces de piedra, martillos de bronce. Comunismo originario y lucha de clases en la prehistoria’ (Ático de los libros). Un programa muy interesante y ameno para acercarnos un poco más a este tema.