Ocupaciones de tierras en Andalucía

“En Andalucía los jóvenes no tienen el menor ánimo de progresar”

Con esta contundente frase nos “sorprendía” hace unos meses el hijo de la Duquesa de Alba, Cayetano Martínez de Irujo; de la misma guisa que se mostraba su madre vociferando cuando centenares de campesinos/as protestaban ante el nombramiento de Hija Predilecta de Andalucía de esta terrateniente (y grande de España). Muchas cosas han cambiado, pero Andalucía sigue siendo tierra de caciques y latifundios, donde el 50% de la tierra cultivable se encuentra en manos del 2% de los/as propietarios/as. A ello hay que sumar el paro galopante que asola la zona y la situación de crisis que azota cada día a más familias.

Con este contexto nada halagüeño, nos parecen de especial interés las dos noticas que exponemos a continuación y que tratan sobre parados/as que deciden hacer frente a su situación de precariedad e intentan salir adelante colectivamente, retomando la agricultura tradicional en un campo cada vez más abandonado en nuestra sociedad.

Marcha a la finca de Somonte

La primera toma de terreno que queremos reseñar tuvo lugar el pasado domingo 4 de marzo con una marcha convocada por el Sindicato Andaluz de Trabajadores – Sindicato de Obreros del Campo (SAT-SOC) en el término municipal de Palma del Río, en la provincia de Córdoba. El recorrido terminaba en la finca Somonte, 400 hectáreas de tierras propiedad de la Junta de Andalucía (más concretamente del Instituto de Reforma Agraria, curiosamente el encargado de poner tierras a disposición de los/as campesinos/as) que iban a ser subastadas pocos días después. Tras finalizar el trayecto y realizarse una asamblea de medio millar de participantes, se decidió ocupar la finca, pasando ésta a ser trabajada colectivamente por un grupo de unos/as 30 campesinos/as en paro. A partir de esa misma noche comenzaron a arreglar las viviendas y los lugares comunes de los inmuebles de la finca. Al día siguiente procedieron a estudiar las posibilidades de cultivo de una tierra que se divide en unas 350 hectáreas de cultivo de secano y otras 50 hectáreas de regadío.

Desde un principio, se han ido creando distintas comisiones encargadas de los diversos ámbitos del trabajo y de la convivencia en las tierras ocupadas: logística, trabajo en el campo, limpieza o propaganda; y las principales decisiones que afectan al conjunto de la comunidad se toman en la asamblea general diaria que se realiza por las tardes. El primer trabajo en común ha sido la puesta en marcha de un huerto para el autoconsumo de unos 3.000 m2, así como la plantación de varias especies de árboles autóctonos (regajos, alcornoques, encinas…) y de 2 hectáreas de pimientos. Variadas muestras de solidaridad con los/as ocupantes de Somonte han llegado en forma de comida, utensilios para el campo, semillas… y con la creación de distintos Comités de Solidaridad en varias localidades andaluzas.

Esta acción de ocupación de tierras,empleada históricamente por el SOC para la creación de cooperativas de campesinos/ as en diversos latifundios ha sido acompañada de varias concentraciones ante diferentes sedes de la Consejería de Agricultura andaluza, de cara a poner sobre la mesa el grave problema que supone la alta tasa de paro que asola al campo andaluz, que se acompaña de la venta mediante subasta de unas 28.000 hectáreas de tierras públicas que acabarán en manos de bancos o terratenientes. En ese sentido, resulta bastante definitorio este extracto de las declaraciones de los/ as ocupantes de Somonte: “hoy en día cualquier alternativa para sobrevivir con dignidad debe pasar por la lucha por la tierra, la agricultura campesina, la soberanía alimentaria”.

Cultivos en la vera del Beiro

El otro caso que nos atañe nos transporta al medio urbano, más concretamente a la ciudad de Granada. En este caso, la iniciativa de la ocupación de tierras parte de la Asamblea de Parados/as del barrio granadino de Casería de Montijo, barrio con un alto porcentaje de paro, gran parte de larga duración. Esta asamblea, con un importante bagaje de trabajo en otros ámbitos como la problemática de los desahucios, optó en diciembre del pasado año por ocupar parte de las lindes del río Beiro al paso por el barrio, hasta ese momento abandonadas y convertidas en improvisado vertedero. Tras una limpieza intensiva de la zona y la construcción de las infraestructuras mínimas necesarias, han comenzado a trabajar la tierra (plantando patatas, cebollas, berenjenas…) con la idea de generar un espacio de autoconsumo y trabajo colectivo que ayude a las familias de la zona a afrontar (en parte) los problemas derivados del paro y la precariedad.

Actualmente son 40 las familias que trabajan en las once huertas creadas, cada una de ellas con total autonomía, pero realizando una serie de tareas comunes en conjunto (desbroce, compostaje, limpieza del río…). Tras estos cuatro meses de funcionamiento, este proyecto también está posibilitando la creación de lugares de aprendizaje sobre el medio natural y la agricultura para los/as niños/as de las escuelas cercanas.

El pasado mes de marzo se produjo la primera visita de técnicos/as del ayuntamiento que, acompañados por la policía local, han notificado la falta de permisos con que cuentan las huertas (principalmente en lo referente a la utilización del agua). Sin embargo, el propietario del terreno, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, aún no ha presentado denuncia alguna, por lo que el proyecto de autoconsumo aún no está en serio peligro. Esperamos que así siga.

Más información sobre la ocupación de Somonte en www.sindicatoandaluz.org