Sol, playa y trabajos de mierda

En estas fechas, los telediarios nos repiten siempre las mismas noticias: en tal punto de la península se alcanza el récord histórico de calor, Benidorm vuelve a erigirse como destino turístico favorito de los madrileños y que el aumento de veraneantes crea un montón de puestos de trabajo y de nuevos/as afiliados/as a la Seguridad Social.

Sin despreciar la importancia del cambio climático, ni la destrucción ecológica que el turismo masivo de sol y playa ha ocasionado en el litoral, en este número vamos a hablar del empleo creado en estos meses de verano.

Unos trabajos duros, y cada vez peor pagados gracias a los efectos de la reforma laboral, que jóvenes y no tan jóvenes deben aceptar para sobrevivir a una crisis que parece que no acabará nunca.

Hablaremos de las condiciones de trabajo en los grandes cruceros, ciudades flotantes que obligan a sus trabajadores/as a pasar meses embarcados/as, de las que limpian los hoteles y sus historias de precariedad y malas condiciones de salud y de los manteros perseguidos por la policía barcelonesa, demostrando que “nativa o extranjera, la misma clase obrera” no es solo una consigna.

2016060221385527782Vacaciones en el mar

Mucho se está hablando de los enormes cruceros que están llegando, principalmente, al puerto de Barcelona en estos meses. En los medios de comunicación de masas nos cuentan cómo miles de turistas deseosos de gastar su dinero desembarcan felices, pero se olvidan de hablar de los efectos de esta invasión (6.780 pasajeros/as alberga el monstruo Harmony of the seas, que cada semana llega a costas catalanas) tiene para la población local y de la increíble contaminación que crea en las ya congestionadas ciudades (sólo este barco emite más azufre que millones de coche, más dióxido de nitrógeno que el tráfico de una ciudad mediana y más partículas que centenares de autobuses).

Pero sus efectos nocivos no sólo afectan a los/as habitantes de las ciudades museificadas que tienen la desgracia de convertirse en parque temático, sino que se extiende a sus trabajadores/as. La mayoría de estos megahoteles flotantes operan bajo bandera de conveniencia de terceros países a fin de reducir sus responsabilidades fiscales y medioambientales y esto tiene efecto sobre las personas que allí trabajan. Como denuncia el artículo de Univision, cadena televisiva en español en EEUU, Una maquila en alta mar, Carnival, la empresa de cruceros con mayor volumen de viajeros/as, no aplica la legislación laboral de EE.UU. o de los países europeos donde opera, sino que se rige por  la legislación de bandera del barco, países con salarios mucho más bajos y con una normativa en materia de seguridad mucho más laxa.

Esto mismo relatan Devi Sacchett y Valentina Longo, autora del libro “Lujo Low Cost” en su   artículo para el periódico Diagonal, Exotismo ‘low cost’: cruceros y tripulantes, en el que informan que solo en el año 2010, 300.000 tripulantes han trabajado en barcos en cruceros por Europa. Denuncian que “los horarios de trabajo rondan las 10-12 horas diarias, a menudo sin ningún día de descanso, con un abanico de salarios que va desde los 50 a varios millares de dólares mensuales. Una parte del personal vive de las propinas, o sea, de la capacidad de desarrollar sus tareas con competencia y reverencia, dependiendo mucho de la benevolencia de los pasajeros. (…) La nacionalidad de los tripulantes es frecuentemente “occidental”, o sea, blancos (italianos, de la Europa del Este, a veces ingleses), y quizás algún filipino. En cambio, en el sector hostelero y reproductivo hay más variedad: asiáticos y latinos, junto a europeos y un puñado de africanos. Generalmente, a medida que las diferentes tareas realizadas a bordo se hacen visibles, se asiste a un blanqueamiento de la plantilla, aunque perduren algunas excepciones que refuerzan los mecanismos de reproducción de la inferioridad.

Debajo de la línea de flotación, se encuentran frecuentemente: en las lavanderías, chinos; en las cocinas, hindúes; mientras que unos pisos más arriba, malgaches e indonesios limpian los camarotes; y europeos del Este sirven copas en bares y cafeterías. La seguridad es israelí o india, los animadores, así como los oficiales de puente y cubierta, son italianos, y los marineros rumanos. Con el mejor espíritu colonialista, no faltan animadoras y animadores brasileños, que involucran a los turistas en danzas supuestamente desenfrenadas.

Las que limpian los hoteles

Foto2
Contrapublicidad de Las Kellys frente a la campaña anti manteros del Ayto. de Barcelona

Gracias a la labor de Las Kellys, se ha visibilizado un trabajo que pasaba desapercibido. Las Kellys, según sus palabras, es una Asociación autónoma y que apuesta por la autoorganización, está integrada por camareras de piso y por amigos y familiares de éstas bajo unos objetivos comunes. (…) dar visibilidad a la problemática de las camareras de piso, así como contribuir a la mejora de su calidad de vida. Denuncian las condiciones de trabajo de un sector marcado por la temporalidad, altamente feminizado, con muchas trabajadoras migrantes y con escasa tradición de afiliación sindical. Como se analiza en el libro de Ernest Cañadas reseñado, se trata de un puesto de trabajo con una exigencia física elevada que provoca enfermedades crónicas y abuso de psicofármacos: Aún no he visto a ninguna camarera de pisos llegar a jubilarse a los 65 años”; “El tratamiento de estas pacientes es muy difícil porque además del sufrimiento puramente físico y orgánico hay un sufrimiento psicológico. ¿Por qué? Por el estrés (…) Tomar durante veinte años seguidos ibuprofeno cada mañana para poder ir a trabajar, para aguantar, y luego un alprazolan -el famoso Trankimazin- porque les pega la ansiedad al mediodía, y por la noche algo para poder dormir, porque van estresadas, es un problema serio… Y en mujeres como estas, que lo toman durante meses o años, como en todas las adicciones, necesitas cada vez mayores dosis. Cuando intentas quitárselos cuesta mucho trabajo…

Una de sus mayores críticas es el auge de la subcontratación: los hoteles están externalizando prácticamente a todo su personal, a veces con empresas del mismo grupo, aprovechando que la reforma laboral permite que las empresas de outsourcing tengan convenios colectivos con salarios  más bajos y jornadas más largas. Así, pueden pasar de cobrar unos 1.100 euros al mes a tener unos sueldos míseros: “Vivo en Benidorm, donde las camareras de pisos estamos llegando a un declive abismal… Ya se están introduciendo las contratas externas donde somos auxiliares de limpieza cobrando con todo incluido 800€

Puedes leer sus historias en www.laskellys.wordpress.com

Manteros (nuevamente) perseguidos

En el número de julio de este periódico hablábamos de otros trabajadores que en estas fechas tienen el doble de trabajo: vender sus mercancías en las calles a altas temperaturas y huir de la policía que pretende impedírselo. Hablábamos del Sindicato de Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona y de la plataforma de apoyo a éstos Tras la Manta y cómo sufrían una represión cada vez mayor del Ayuntamiento dirigido por Ada Colau.

La última semana de julio, la persecución coordinada por la Guardia Urbana, dependiente del ayuntamiento y de los Mossos d´Esquadra, de la Generalitat, ha ido en aumento. Al caso de Sidil Moctar, encarcelado en la prisión de La Modelo y con la amenaza de ser expulsado del país por defenderse de una agresión de los guardias, se une el de Ndiaw Diakhompa, hospitalizado e intervenido quirúrgicamente de la pierna que le rompió la Guardia Urbana en una carga contra los vendedores, y las detenciones de Issa Seye y Lamine Sarr, todos ellos miembros del Sindicato de Manteros. Issa fue detenido en el metro por cuarenta policías cuando acudía a hacer su trabajo e internado en el recién reabierto CIE de la Zona Franca, con el fin de ser deportado a Senegal, acusado de no tener permiso de residencia legal en España y de tener 41 antecedentes policiales (que no penales), todos ellos acumulados en nueve años de venta ambulante. Lamine, portavoz del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes, fue detenido junto a seis compañeros en una operación de los Mossos d’Esquadra contra la venta ambulante

Detención de Lamine Sarr
Detención de Lamine Sarr

Os dejamos con el comunicado de Tras la Manta emitido tras las últimas detenciones, sobre cómo los nuevos ayuntamientos del cambio realizan gestos simbólicos (pancartas de Refugees welcome en Madrid y Barcelona e instalación de un contador de muertes en el Mediterráneo en esta última ciudad) mientras continúan con las políticas de acoso y racismo institucional:

Vista la agresividad con la que la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona están persiguiendo a los trabajadores más desposeídos, tanto en términos materiales como en materia de derechos, se podría pensar que el mayor problema de este país y de esta ciudad es que unos trabajadores parados vendan bolsos de manera informal. Y que lo hagan no para lucrarse, como hacen los ricos que defraudan a hacienda, sino para pagar un modesto alquiler.

Sin embargo, sabemos que el principal problema de nuestra ciudad, y sobre todo para los vecinos de Ciutat Vella, es el monocultivo intensivo del turismo. Las protestas en los balcones, las manifestaciones, las campañas y las quejas son, desde hace años, contra la masificación turística y no contra los manteros. Lamentamos que se utilicen a los vecinos, incluidos aquéllos que trabajan en la venta ambulante, como excusa para actuar a la orden de los grandes empresarios que se disfrazan de pequeño comercio, de los partidos de derechas y de los medios reaccionarios.

En esta ciudad hay muchos vecinos que llegaron a este país en patera o que pasaron por CIEs. Algunos de ellos ahora sobreviven gracias a la venta ambulante. La política de acoso municipal alimenta el peligro de ingresar en el CIE y el riesgo de deportación. Se acumulan multas y juicios por venta, y con ellos unos antecedentes policiales que impiden o dificultan la obtención o la renovación de los permisos de residencia.

La frontera no sólo separa. No sólo asesina. También criminaliza. Hoy, mientras se instala un contador de las muertes en la frontera Mediterránea, es importante recordar que las fronteras que excluyen a las personas migrantes también están en las Ramblas de Barcelona, en la Plaza Cataluña y en la Barceloneta. Obviar esto es obviar que los problemas del racismo institucionalizado van mucho más allá de las políticas migratorias. Este racismo requiere conciencia, valentía y voluntad política, no solo de parte de las instituciones, sino del conjunto de la sociedad.

Hasta ahora, el Ayuntamiento ha hecho gestos grandilocuentes en apoyo a los derechos de las personas migradas y solicitantes de asilo, principalmente en temas que no son de su competencia. Mientras tanto, destina dinero público municipal a una campaña que criminaliza a los vendedores ambulantes y dedica la mayoría de la Guardia Urbana de Ciutat Vella a perseguir manteros.

Desde la Red Tras la Manta consideramos que el producto falsificado que más nos ha decepcionado es el cambio que pretenden vender tanto la Generalitat de Catalunya como el Ayuntamiento de Barcelona.

 

[Publicación] Tót Inclòs. Danys i conseqüències del turisme a les nostres Illes

Buscando información para este artículo, hemos dado con esta fantástica publicación editada por la Coordinadora Libertaria de Mallorca, en la que analizan con una estética muy cuidada y atractiva los problemas económicos, sociales y ecológicos que el turismo masivo crea en las Islas Baleares.

Os dejamos con su editorial del tercer número, publicado en junio de este año:

Desde hace unos años las Islas han entrado en un encadenamiento de éxtasis turístico que parece no tener fin. Además, este año estas históricas cifras de visitantes ya se han traducido en un notable descenso del paro y Baleares vuelven a ser el buque insignia de la marca España que resurge de las cenizas que dejó la crisis económica.

¡Somos líderes en ocupación turística y líderes en creación de puestos de trabajo! Viva el mal, Viva el Capital!

Sí, la irracionalidad capitalista vuelve a crear consensos y hurras. Bienvenida sea la ocupación laboral aunque signifique explotación; bienvenidos sean los millones de turistas aunque nos hagan aumentar a límites peligrosos la huella ecológica; bienvenidos sean los inversores aunque en realidad sean especuladores sin escrúpulos; bienvenidos sean los compradores de casas y fincas aunque nos fuercen a ser los sirvientes de una colonia de lujo para las clases altas europeas.

TotInclòs2016_portadaComo ya nos temíamos, la crisis fue el caballo de Troya de una nueva ofensiva capitalista que las modificaciones legislativas del anterior Gobierno legalizó. Así, durante estos años los hoteleros han aprovechado estos favores para aumentar plazas y oferta y, incluso, para que se siembren aberraciones como la que este año se inaugura en Canyamel, el Park Hyatt Mallorca. Además, la espuma que creó la burbuja inmobiliaria durante la década pasada aquí se ha reconvertida en el pastel de una nueva modalidad de explotación turística, el alquiler vacacional, que ha contribuido mucho en la consecución de los récords de visitantes y que ha hecho entrar en todo el territorio dentro de los circuitos turísticos y que está en la raíz de la hinchazón de la enésima burbuja inmobiliaria que sufriremos.

Para hacer frente en este orgasmo capitalista, la izquierda que ha entrado en las instituciones sólo ofrece gestos débiles y temerosos. Si la derecha no ha tenido reparo a la hora de romper los consensos antes creados sobre los límites de las plazas turísticas, la izquierda ni quiere abrir boca sobre la posibilidad de fomentar un más que necesario decrecimiento turístico que, además, reviertan en una mayor justicia social. Al contrario, ha sido valedera del alquiler vacacional y de un turismo de calidad que en realidad es capitalismo de categoría.

Así las cosas, la crítica y la acción anticapitalista y antiestatista son imprescindibles para poder encontrar salidas dignas al colapso al que nos encamina la exponencial capitalismo. Estamos a años luz de ser una alternativa, pero las terribles contradicciones del sistema del capital son autopistas donde podemos circular, y aquí en las Islas vamos servidos.

Puedes descargarlos en www.totinclos.noblogs.org

 

[Ensayo] Las que limpian los hoteles. Historias ocultas de precariedad laboral.

Ernest Cañadas. 2015. Icaria

810En una jornada sobre turismo celebrada el pasado mes de abril en Palma, la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) va a contestar una pregunta sobre explotación laboral diciendo, más o menos, que “Los hoteleros no explotamos al personal, cumplimos el convenio colectivo pactado con los sindicatos… lo que pasa es que últimamente han surgido colectivos nuevos que dan a los hoteleros mala imagen”. En ese instante tuve por seguro que la campaña mundial de la UITA por la dignificación del trabajo de las camareras de piso, el movimiento de autoorganización de Las Kellys y el libro de Ernest Cañada habían dado en la diana: ¡se ha roto la placidez de una paz social que el capitalismo canalla hotelero no se merecía!

Las que limpian los hoteles es un libro militante a favor de la dignidad humana en el lugar de trabajo. Se inicia con diversos prólogos seguido del recomendable texto de Cañada, para dar paso a  26 entrevistas a camareras de pisos -que se convierten en las auténticas protagonistas del libro-, y 4 entrevistas que el autor denomina “voces de apoyo”.

Resulta imposible elegir una de estas 26 historias de vida de estas dignas y valientes mujeres. Todas son auténticas historias de precariedad laboral extremo. Es más fácil escoger una de las voces de apoyo, ya que la la del doctor de Felanitx (Baleares) es la enésima constatación de que la explotación laboral no solo existe, sino que es la norma habitual con la cual el capitalismo turístico organiza la manera de en la que han de trabajar las que limpian los hoteles.

En fin, un libro de obligada lectura que nos ilustra sobre la necesidad de que aquí, en las empresas turísticas locales, y en cualquier parte, en las transnacionales turísticas y hoteleras se apliquen de verdad los Principios Rectores sobre Derechos Humanos en las empresas.

[Ensayo] Capitalismo y turismo en España. Del “milagro económico” a la “gran crisis”

Ivan Murray Mas. 2015. Alba Sud

Este libro, que el año pasado editó la asociación catalana Alba Sud, es en realidad una revisión actualizada de una parte de la colosal tesis doctoral -Geografías del capitalismo balear: poder, metabolismo socieconómico y huella ecológica de una superpotencia turística- que el geógrafo Ivan Murray presentó en 2012.

En ésta, los y las interesadas en conocer las profundidades del actual capitalismo español seguro que encontrarán un libro de referencia por la gran cantidad de datos que aporta y en especial por su relato contrahegemónico. Un relato que desmonta con rotundidad todas las falsedades históricas y analíticas que el poder ha difundido, fundamentales para legitimar un régimen de explotación y dominación como el actual régimen español.

Así, una parte importante del libro está centrada en el sector turístico e inmobiliario, dos sectores muy unidos que son la piedra angular del capitalismo español, que fueron impulsados por la dictadura de Franco con el apoyo yanki y consolidadas por el régimen constitucional surrgido en 1978, con la ayuda de la Unión Europea

Puede descargarse en www.albasud.org/publ/docs68.ca.pdf

 

 

Comparte y difunde

Un comentario en «Sol, playa y trabajos de mierda»

Los comentarios están cerrados.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad