Sexualidad como Dios manda

¡Agárrense muchachones, porque ahora sí que vamos a hablar de sexualidad como Dios manda!» – Cartel para promocionar el seminario. Enero 2013 [1].

Como si de una obra del teatro del absurdo se tratase, la Iglesia ha vuelto a meter su cabeza inquisidora en las aulas. Esta vez, además, parece que lo hace con recochineo ya que hace pocas semanas salió a la luz pública la noticia de que el Obispado de Alcalá de Henares, queridísimo por la comunidad LGTB, ha organizado un curso sobre sexualidad dirigido a jóvenes, de ahí la jerga y el tono de colegotes que utiliza para promocionar el curso; para que luego digan que la Iglesia está anticuada…

Para los/as interesados/as el curso tendrá lugar de febrero a julio de este mismo año en la Sede del Obispado–yo que tú correría a apuntarme, que las plazas vuelan- y según fuentes santas: “Comenzaremos a las 20.30 horas en el salón de actos con una charla con preguntas, de 45 minutos aproximadamente, y después, subiremos a la capilla para rezar otros 45 minutos”.  Aunque es cierto que el asunto de la práctica nos tenía algo preocupados/as, ¡Esto sí que es unión y coherencia entre teoría y práctica…! En consecuencia, si el rezo compone la parte práctica del curso, nos quedamos mucho más tranquilos/as y nos alegramos sobremanera por los obedientes monaguillos…

i_said_no_condom_ratzinger_pope_bigLo surrealista de la historia no solo está en que sea la Iglesia quien imparta clases de sexualidad, que, por cierto, siendo sinceros/as suena un poco a chiste, ya que imaginémoslo desde el lado contrario… sería como ver a Rocco Siffredi y Lucia Lapiedra en el presbiterio sermoneándonos sobre moral y doctrina cristina. La guinda del pastel la pone el erudito y experto en la materia (imaginamos que habrá hecho méritos durante su trayectoria eclesiástica) que imparte el curso, ya que no se trata de otro fenómeno que de Juan Antonio Reig Pla, obispo de la Diócesis de Alcalá de Henares, y famoso por saltar a la palestra con frases y teorías tan apropiadas, científicas y de amor al prójimo como:  “[Los/as homosexuales] acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana, piensan desde niños que tienen atracción hacia personas de su mismo sexo y, a veces, para comprobarlo se corrompen y se prostituyen o van a clubes de hombres nocturnos. Os aseguro que encuentran el infierno”. A pesar de estas categóricas afirmaciones, los/as homosexuales pueden dormir tranquilos, ya que la gracia del Señor es inmensa y siempre habrá un hueco para el perdón y la cura con la que intentar evitar ese infierno de llamas, seres con cuernos y colas de tres picos, ya que, como afirma Reig Pla en la publicación “Religión en Libertad”: “Con la ayuda de la gracia de Dios y acompañados por sacerdotes, orientadores y catequistas y ayudados, en su caso, por profesionales, las personas con orientación sexual hacia el mismo sexo pueden vivir en castidad […] pueden ser resueltos positivamente, con una terapia apropiada, especialmente si la práctica de actos homosexuales no se ha enraizado”.

A pesar de que el hombre lo dijo con toda su buena intención: “No quiero ofender a nadie, pero no renuncio a anunciar la verdad en la caridad”, estas afirmaciones le costaron al obispo una querella ante los tribunales por parte de FELGTB (Federación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) por injurias y provocación al odio y a la discriminación de las personas homosexuales. Reig Pla ha tenido la suerte de dar con una de las pocas personas que interpreta que sus palabras no son injuriosas ni discriminatorias, ¡Le ha venido Dios a ver!, porque esa persona no ha sido otra que el juez que ha archivado la demanda, el buen samaritano Antonio Cervera (este no irá al infierno), el cual afirma que: “El examen completo de las palabras del obispo no permite entender razonablemente que el mismo estuviese provocando a la discriminación, al odio o a la violencia contra los homosexuales (art. 510.1 del Código Penal), ni que el mismo estuviese difundiendo informaciones injuriosas sobre los homosexuales en relación a su orientación sexual (art. 510.2 del Código Penal)”.

Con esta noticia queremos aprovechar para reiterar una vez más que la Iglesia, esta institución amiga de la vida y del amor al prójimo, utiliza su influencia para crear y fomentar, en las cabezas de sus pequeños/as corderitos/as, el odio y la discriminación de todo aquel que disfrute de su vida y su sexualidad, de todo aquel no se trague el cuento chino que nos llevan vendiendo siglos.

[1] PD: Lo del cartel promocional del curso no es broma.

Comparte y difunde
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad