La oposición al Tren de Alta Velocidad prosigue en Navarra

Una vez más salta a la palestra un tema últimamente muy recurrente como es la construcción del Tren de Alta Velocidad, TAV, (más bien trenes, pues están creciendo por doquier por el territorio ibérico), esta vez en su recorrido por la Comunidad Foral de Navarra. Y es que ésta es una de las zonas en las que mayor contestación social está teniendo este macroproyecto, contra el cual emergen asambleas y coordinadoras de vecinos/as que se oponen a la llegada del TAV a sus pueblos y campos. Y es esta contestación social de la que nos hacemos eco aquí con dos hechos que se sucedieron a principios de abril, por un lado una gran movilización más en contra del TAV y por otro un esperado juicio a cuatro activistas.

Para contextualizar un poco la realidad de este proyecto en Navarra, hay que destacar que gran parte de las obras aún no han comenzado, pero está planificado como un corredor que una Zaragoza con la Y vasca (proyecto, éste sí en plena construcción, de un tren de alta velocidad que conecta las tres capitales vascas), pasando por ciudades como Pamplona o Tudela. En abril de 2010 se firmó un convenio entre el gobierno de Navarra y el Estado y la empresa ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) en el que se establecen las condiciones de ejecución y financiación del tramo entre Castejón (pueblo cercano a Tudela) y Esquiroz (que linda con Pamplona). Desde entonces han comenzado a llevarse a cabo parte de los trámites técnicos y administrativos necesarios, entre ellos numerosas expropiaciones de terreno, acompañadas de poca o nula información a los/as propietarios/as por parte de la administración. A todo ello habría que añadir que el resto del corredor de Navarra no está aún firmemente decidido, además faltan varios estudios por realizarse, y por tanto, se pretende comenzar unas obras sin saber aún cómo ni por dónde se finalizarán.

Qué representa el TAV

“…el TAV en los medios de comunicación no aparece como lo que es, es decir, como un capricho carísimo, elitista, destructor e inútil, sino como el apóstol mismo del progreso…” (Miguel Amorós, extracto de una charla realizada el 26 de octubre de 2008 en el C.S.A Cova Dos Ratos –Vigo- en el marco de las “Xornadas contra o TAV”)

Con la anterior cita se quiere poner de manifiesto la visión totalmente idílica e intencionada que desde los medios de comunicación, instituciones, partidos políticos, patronales varias y grandes sindicatos se tiene del Tren de Alta Velocidad, donde se le sitúa como avance imprescindible para la potenciación del modelo económico y social del país. Pero lo que pocas veces se nos plantea es si todo este “progreso” y los constantes avances tecnológicos realmente mejoran nuestras vidas, nos posibilitan una existencia más digna y libre y nos ayudan en nuestro crecimiento personal y colectivo, o si por el contrario el imperante desarrollismo nos aleja de nuestras necesidades vitales, creando seres cada vez más dependientes y desapegados.

Frente a todas estas opiniones favorables a la construcción de megaproyectos (véase TAV, mega-puertos, pantanos, autopistas cada día con más carriles…) que diariamente se difunden por los medios de comunicación convencionales, vemos necesario presentar y difundir mediante esta publicación algunos de los argumentos que enarbolan y defienden las diferentes asambleas de vecinos/as, sindicatos, grupos ecologistas… como oposición a la construcción del TAV (por una cuestión de espacio, nos se desarrollarán en profundidad dichos argumentos, pero citamos algunos enlaces de interés al final de la noticia, que permiten a los/as lectores/as profundizar mejor en el tema).

Desde el punto de vista estrictamente ecológico, nos encontramos con que el TAV supone una enorme agresión a nuestro entorno con la ocupación de miles de hectáreas de terreno y las consiguientes trincheras, terraplenes, desmontes y escombreras, la creación de una barrera en el territorio, la explotación de las canteras existentes y la apertura de otras nuevas, los altos niveles de ruido que ocasiona a su paso, la contaminación electromagnética de la infraestructura eléctrica que le acompaña… Derivado de las necesidades que su funcionamiento requiere, largas rectas que permitan mantener una alta velocidad, se hace imprescindible excavar montañas, construir largos puentes… y para todo ello, lógicamente se requiere de un enorme gasto energético (gasto éste que se obvia, junto con el del mantenimiento de las líneas, a la hora de vendernos el TAV como culmen de la sostenibilidad energética).

En cuanto a cuestiones sociales, nos encontramos con que la potenciación del TAV se realiza pasando por encima (y cerrando líneas, véase el trayecto Madrid-Barcelona) del tren convencional, con lo que ello supone, pues el TAV únicamente conecta grandes núcleos urbanos (para que su velocidad sea tan elevada se requiere de realizar pocas paradas) y se dejan incomunicadas las zonas rurales de nuestro territorio, favoreciendo el ya de por sí abandono de las mismas. Por otro lado, los precios de este nuevo transporte se encarecen enormemente, desplazando a grandes capas de población hacia trayectos por carretera, además este tipo de trenes no permite prácticamente el transporte de mercancías. Así mismo, y como una consecuencia más a corto plazo, se encuentran las numerosas muertes en accidentes laborales que se están cobrando estas obras, en las que la subcontratación y la precariedad están a la orden del día.

Por último, desde un punto de vista económico nos encontramos ante infraestructuras que requieren de enormes inversiones, que en el caso de Navarra alcanzarían, según la coordinadora AHT Gelditu Elkarlana, alrededor de los 3.000 millones de euros, cifra superior al presupuesto anual del gobierno navarro y que supone una media de 4.790 euros por habitante de Navarra. A todo ello habrá que sumar el costoso mantenimiento de las líneas y que gran parte de estos fondos provendrán de capital público, requiriéndose de constantes subvenciones que contrarresten el carácter deficitario de este servicio.

Movilizaciones y represión

Volviendo al ámbito específicamente navarro y como ya se anunciaba al comienzo de esta noticia, la lucha contra el TAV prosigue, y en ese camino es de destacar la manifestación que el pasado 2 de abril recorrió las calles de Pamplona, en la que se reunieron más de un millar de personas bajo el lema “TAV en Navarra: ¡No dejemos que arranque!”, exigiendo la paralización del proyecto y poniendo de manifiesto la voluntad de los/as vecinos/as por apropiarse de las decisiones sobre su vida y sus pueblos. Esto se suma a la gran cantidad de charlas informativas, movilizaciones, acampadas y marchas de protesta, sabotajes… que se han llevado a cabo durante todo este tiempo tanto en Navarra, como en Euskadi, Galicia, Cataluña…

En la otra cara de la moneda de la contestación social, nos encontramos con los intentos por parte de las instituciones y la patronal de acabar con cualquier foco de resistencia. Y para ello, nada mejor que los juicios ejemplares, como el que comenzó el pasado 31 de marzo en la Audiencia Provincial de Navarra, en el que cuatro personas fueron  juzgadas por realizar pintadas contra el TAV en Zizur (Navarra) con motivo de una marcha montañera que salió de esta localidad el 10 de Abril del año pasado. A pesar de encontrarnos ante lo que normalmente se tipifica como una falta de deslucimiento, que debiera ir acompañada de su correspondiente multa, el fiscal realizó en este caso, una petición de 2 años de cárcel y 5.400 euros de multa para uno/a de los/as encausados/as, y 20 meses de prisión y una multa de 4.860 euros para cada una de las otras tres personas. Además, el ayuntamiento de Zizur reclamaba una indemnización de 3.600 euros y a los/as acusados/as se les reclamaba antes del juicio una fianza de 34.000 en total.

Durante las dos sesiones que duró el juicio se sucedieron sendas concentraciones de solidarios/as en apoyo de los/as acusados/as y ya en la última sesión del juicio y, ante la falta de pruebas, el fiscal tuvo que reducir su petición a una falta de deslucimiento, con lo que, según los/as acusados/as queda probado el objetivo claramente político y amedrentador de la solicitud inicial.

Noticia extraída de www.alasbarricadas.org. Para más información sobre el movimiento anti-TAV y el proyecto en sí en Navarra y Euskadi destacamos las siguientes webs: http://www.sindominio.net/ahtez/ y http://www.ahtgelditu.org/

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