Punk hardcore melódico vegano. 5 discos (publicados 2019-2023). Madrid
“En cada gesto que desafía a lo establecido, en cada rincón donde florece el apoyo mutuo. Todo un mundo de resistencias entrelazadas levantado con el esfuerzo de compañeras”
Llevamos tiempo dándole vueltas a la idea de publicar un artículo acerca de la importancia de la música para acercar a la chavalada a los movimientos sociales en general y al anarquismo en particular. Muchas personas de nuestra generación no se habrían aproximado a nuestras ideas si no fuera por la existencia de grupos, tanto comerciales como DIY, con letras reivindicativas. Escuchar canciones con referencias a luchas populares nos llevó a acudir a conciertos en okupas, lo cual conduce a asistir a charlas y talleres en esos centros sociales, a alquilar libros en bibliotecas populares o comprar fanzines en distris. Toda esta cultura popular horizontal y alternativa a las lógicas del mercado sirve como puerta de entrada para empezar a militar en asambleas de barrio o estudiantiles, sindicatos, grupos de apoyo mutuo, etc.
La decisión de cerrar nuestro periódico el mes que viene nos ha impedido materializar este artículo que teníamos en mente, pero queríamos aprovechar este espacio para rescatar esta idea y homenajear a algunas de las bandas que nos han acompañado a lo largo de los últimos quince años, transmitiendo mensajes antiautoritarios con sus canciones, amenizando numerosas veladas e, incluso, organizando conciertos para financiar esta publicación. Nos referimos a grupos como Accidente, Troika, Heksa, Duelo, Rude Pride, Venganza, Lökhul (o Los Culo), Kronstadt, Folie à Trois, Ugly Bastards, Furio, Mortal Wombat, Nueva Generación, No Beach, Obediencia, Redneck Surfers, Por la Sombra, Cucarachas Enojadas, A las Bravas, Enolagay, Exceso, Colectivo Pinelli, Escuela de Rock, Majaicans, Ponyboy Onemantrio, Fraga, Krust-y el Payaso, Konflictiva, Cizalla, Vida, Skainhead, Reflector, Necesidad de Luchar, Morralla Libertaria, MC Ben, Eu Libre y un muy largo etcétera. No nos da tiempo a reseñarlos a todos así que, a modo de ejemplo, nos vamos a detener en la banda Acuerdo, por ser representativa del espíritu que queremos reivindicar.
Desde su irrupción en la escena punk en el año 2019, Acuerdo ha demostrado que la urgencia del mensaje puede combinarse con sensibilidad sonora y coherencia ideológica. A lo largo de sus cinco maquetas, este trío madrileño ha ido puliendo un estilo que bebe del hardcore melódico clásico —ritmos intensos, guitarras firmes, energía cruda— pero sin renunciar a melodías claras, coralidad y sensibilidad emotiva.
En sus letras, breves y directas, nos hablan de luchas, de la libertad y de compromisos éticos, con un especial énfasis en la liberación animal. Por ejemplo, su quinta maqueta se centra exclusivamente en el conflicto contra el laboratorio de experimentación animal Vivotecnia. Sus canciones no se limitan a describir injusticias: buscan movilizar —ofrecen rabia, reflexión y un horizonte de esperanza y de cambio colectivo—.

En definitiva, tanto Acuerdo, como el resto de bandas que hemos mencionado, son un ejemplo de que géneros como el hardcore melódico, el punk, el hip-hop, la cumbia, el country, el surf, etc. pueden ser una herramienta de combate y de conciencia, sin renunciar a melodías, honestidad y corazón. Para quien busca intensidad, coherencia y compromiso en cada acorde y en cada verso, Acuerdo merece sin duda la escucha atenta.
