Economía ¿sostenible?

El pasado 15 de febrero de 2011, la Ley de Economía Sostenible (LES) superó todos los trámites parlamentarios y fue aprobada gracias al apoyo del PSOE, PP y CiU (90% de los votos). Se trata de una ley que abarca múltiples ámbitos, generando importantes efectos económicos, financieros, industriales, sociales y ecológicos. Su gran amplitud se debe a que es el resultado de sumar y “pegar” diversas propuestas, cada cual motivada por una serie de intereses que varían en función del partido político que la haya propuesto.

La parte de esta norma que más repercusión mediática ha tenido ha sido la que se centra en las descargas ilegales a través de internet y el cierre de páginas web, también conocida como la Ley Sinde. No obstante, la LES incluye en su articulado otros apartados igual – o más incluso – de relevantes, como lo son los relativos a la Planificación Energética Indicativa, concretamente en lo que se refiere a la energía nuclear y nuevas medidas en torno a la vivienda, la reorganización judicial y la reestructuración industrial.

Esta noticia abordará – superficialmente – los dos aspectos más polémicos y preocupantes de la LES: el alargamiento de la vida de las centrales nucleares en España y la persecución de las denominadas descargas ilegales.

El alargamiento de la vida de las centrales nucleares

Un acuerdo entre PSOE, PP, CiU y PNV en el Senado modificó el borrador del artículo 80 de la LES, relativo a la Planificación Energética Indicativa y abrió la posibilidad a una prórroga de las centrales de parque nuclear más allá de los 40 años (de forma que podrán seguir operando tras cumplir este periodo), el plazo que se había fijado inicialmente. Posteriormente, esta enmienda prosperó en el Congreso.

Consecuentemente, ahora la vida de las centrales nucleares no está fijada en ninguna norma. La prueba es que la de Garoña, en Burgos, funcionará como mínimo hasta los 42 años.

El portavoz económico de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, se refirió al resultado de este acuerdo como «una solución moderna, que no cierra las puertas al uso de la energía nuclear más allá de 2020«. En otro momento, celebró que su formación y el PNV hubieran logrado un «cambio radical en la postura anacrónica y anticuada del PSOE«.

Esta decisión, sin embargo, tiene una serie de consecuencias medioambientales que apenas se vieron reflejadas en los medios de comunicación a lo largo del debate sobre la aprobación de la LES. Las más importantes están íntimamente ligadas a los riesgos, a la seguridad y al almacenamiento de residuos radioactivos. En cuanto a los primeros, los riesgos de incidentes son una amenaza real para la salud de animales (humanos y no-humanos) y el entorno que no se puede subestimar. A modo de ejemplo, la central nuclear de Cofrentes (Valencia) ha notificado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) una media de diez sucesos anuales en la última década (2000-2010) y en los noventa registró tres de nivel 1, que se califican de ‘anomalías’. Por otro lado, hace dos inviernos, en la central de Ascó-1 (Tarragona) se vertieron partículas radioactivas (casi 85 millones de bequerelios, unidad para medir la radiactividad), aunque la opinión pública no fue notificada hasta el mes de abril, tras una denuncia de Greenpeace.

En cuanto al almacenamiento de residuos radioactivos (generados por la quema de uranio, productos de fisión, plutonio, americio y curio en el reactor), cabe señalar que las centrales nucleares españolas se han diseñado con la capacidad de almacenar «temporalmente» el combustible utilizado en piscinas construidas en el interior de sus instalaciones. Sin embargo, desde la década de los 70 los residuos de alta actividad se almacenan en las propias centrales nucleares, salvo en algunos casos aislados que se exportaban al Reino Unido hasta 1989. Estos residuos radioactivos se guardan en piscinas por la capacidad aislante y enfriadora del agua, a pesar de los riesgos que conlleva la posibilidad de una fuga del líquido, que iría a parar a las capas de agua subterráneas que se usan para riego y consumo humano.

Cuando se saturan las piscinas, se almacena el combustible gastado en un almacén en seco. Esto tiene el inconveniente de que no cuenta con la capacidad aislante del agua, por lo que nuevamente hay peligro de escapes radioactivos. En la central de Trillo (Guadalajara), por nombrar una, más de una cuarta parte de sus residuos se encuentran almacenados de esta forma, según datos de 2008.

Ya en 2007 se informó que el almacén de residuos radioactivos de la central de Cofrentes se encontraba al borde de la saturación. En 2009, su capacidad aumentó en 34,4 toneladas de uranio más.

La regulación del contenido de descargas o Ley Sinde

La denominada Ley Sinde o Ley Biden-Sinde, como también se le conoce, en alusión a que el vicepresidente de Estados Unidos presionó al gobierno español para que la aprobara, fue tumbada en el Congreso el 21 de diciembre de 2010, el mismo día en que fueron atacadas y colapsadas las páginas del PSOE, la SGAE, el Congreso y el Ministerio de Cultura por miles de usuarios/as anónimos/as. Sin embargo, esta ley fue “recuperada” por el Senado y se ha incluido en el articulado de la LES, lo cual provocó que el 16 de febrero de 2011 fueran atacadas las páginas de la Cámara Alta y el PP.

Esta ley prevé que la Comisión de Propiedad Intelectual – la “policía cultural” de internet –, dependiente del Ministerio de Cultura, pueda solicitar al Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo el cierre en un plazo de 24 horas de páginas web que vulneren la propiedad intelectual, sin que este órgano jurisdiccional entre en el fondo del asunto al tomar esta decisión. Según la ministra Ángeles González-Sinde, la caza o primeros cierres de este tipo de páginas tendrá lugar en verano de este año.

De acuerdo con la plataforma formada por los/as creadores/as de las páginas que se encuentran más amenazadas por esta medida, la aprobación de esta ley supone una escalada en la represión hacia páginas que buscan promover y difundir contenidos y conocimiento libre sin ánimo de lucro y supone “un golpe definitivo hacia la libertad en Internet”.

Información extraida de

– www.klinamen.org,

– www.noalcierredewebs.com

– www.alasbarricadas.org.

[La parte de la LES relativa al “Modelo energéticosostenible” se encuentra en su Título III, Capítulo 1. Lasnovedades en materia de propiedad intelectual encuentransu justificación en el apartado VII de la Exposición de Motivos y su ejecución en la Disposición Adicional Segunda de la LES.]

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