Año nuevo, vida austera

Un nuevo año comienza, y la estela de la crisis económica no se apaga. La solución que se plantea desde las instituciones (ya sean políticas, económicas o laborales) es la que se esperaba: tratar de capear el temporal a costa de otros/as, y estos/as otros/as siempre seremos los/as trabajadores/as/as (ya estemos en activo, parados/as, jubilados/as, estudiando o en la calle). Este tipo de tensiones dentro del capitalismo son incuestionables y siempre han estado (y estarán) ahí. Sólo de nuestra capacidad de afrontarlas dependerá nuestro fututo. La idea con la que planteamos este artículo es realizar un rápido recorrido por algunas de aquellas prestaciones, servicios o normativas que están siendo o van a ser en breve reformadas (que quiere decir recortadas), de cara a conocer cómo está variando y variará nuestro día a día de aquí a unos meses, de cara sobre todo a saber a qué nos enfrentamos, analizar qué queremos y tratar de enfocar nuestra lucha en defensa de nuestras condiciones de vida con la mayor eficacia.

Nuevos Recortes

Sanidad: Como era de esperar, las Comunidades Autónomas continúan dando pasos hacia la privatización de los servicios sanitarios. Estos son sólo algunos ejemplos dentro de la compleja red de mecanismos puestos en marcha para hacer de nuestra salud un negocio más rentable:

Aquí en Madrid, los nuevos presupuestos de sanidad para 2012 no son, por desgracia, ninguna sorpresa: aunque aumenta el presupuesto en un 0’6%, todo este incremento se dirige a la privatización (aumento del 34% para los convenios con el sector privado, 9%  para los centros de gestión privada y semiprivada, y 5,7 y 3’6% para los centros de Alcorcón (fundación) y Fuenlabrada (empresa pública). Por el contrario los hospitales de gestión tradicional ven disminuir sus presupuestos en un 1,5%, que se suma a la disminución del 9,5% en 2011. Y por supuesto, este recorte afectará también a los/as trabajadores/as/as de la Sanidad: el presupuesto de personal disminuye en 53 millones €, lo que, sumado a los recortes de años anteriores, resulta en que este nuevo año habrá 2.000 trabajadores/as/as menos en la Sanidad Pública comparado con 2008. En definitiva, vemos cómo los presupuestos van preparando el terreno para una privatización progresiva, dedicando cada vez mayor cuantía a favorecer los intereses privados en detrimento, mucho más que probable, de la calidad de los servicios.

En esta línea, la comunidad de Madrid está llevando a cabo recortes en los centros terapéuticos contra la drogadicción. El presupuesto de este año para la asistencia a drogodependientes descenderá en cuatro millones de euros, esto significará el cierre de once pisos tutelados (de necesidades especiales, de estancias breves, de estabilización y de estancia prolongada), una comunidad terapéutica y un centro de distribución de metadona. Según fuentes consultadas es probable que estos recortes vayan acompañados del despido de 127 trabajadores/as/as.

En Castilla La Mancha, por otra parte, la administración pone en marcha una novedad relativa a los hospitales de gestión público-privada: aparte de la construcción o ampliación de varios hospitales mediante este modelo (que ya es casi costumbre), anuncia el traspaso de cuatro hospitales ya construidos con fondos públicos y en funcionamiento desde 2007 (los de Almansa, Villarrobledo, Manzanares y Tomellos/aso) a ese mismo modelo. Habrá que ver cuánto tardan el resto de CCAA en seguir el ejemplo.

Por otra parte y prueba de la falta de escrúpulos del gobierno castellano-manchego tenemos el impago al que hacen frente las personas dependientes desde que Cospedal llegó al poder en mayo del pasado año. A pesar de que esta comunidad ha sido tradicionalmente una de las que mejor han gestionado esta ayuda, en este momento,  adeuda las tres últimas mensualidades a 30.000 personas dependientes.

La respuesta viene de la mano de la Plataforma Ley de Dependencia de Castilla- La Mancha quienes salieron a la calle para exigir que paguen el dinero que se debe y que no se apliquen más recortes a La Ley de Dependencia ni a la red se servicios sociales de Toledo, donde los despidos y recortes no se están haciendo esperar.

Cataluña es otro de los ejemplos más sangrantes. A las medidas anunciadas los últimos meses, se suman ahora otras que siguen avanzando hacia el copago, la supresión y cierre de servicios e instalaciones, y la privatización (por ejemplo, mediante la reducción de 1000 millones en el presupuesto de 2012, y la fragmentación en numerosas empresas del Instituto Catalán de la Salud, lo que supone la gestión privada de varios hospitales y numerosos centros de salud).

-Educación: Más de lo mismo en la enseñanza pública madrileña. A los recortes de inicio de curso se suma ahora el retraso del pago del plazo de septiembre de los presupuestos (que corresponde al 30% del anual). Los centros de secundaria no han comenzado a recibir este pago hasta diciembre, y les ha llegado con entre 3.000 y 4.500€  menos de lo asignado (entre un 6 y un 10%). “Problemas técnicos”, según ha afirmado la Consejería de Educación. Lo mismo ha ocurrido con el pago correspondiente a los servicios de limpieza de estos centros, cuyos/as trabajadores/as/as llevan en algunos casos meses sin cobrar.

Y por esta magnífica gestión, la consejera, Lucía Figar, ha sido premiada por la confederación de empresarios de la Comunidad de Madrid (la CECOMA), recibiendo el premio de manos del presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, quien es comprensible que esté contento con esta gestión educativa ya que posee al menos tres centros concertados levantados en parcelas públicas cedidas por Aguirre.

Los/as funcionarios/as en Cataluña: en su caso de Cataluña deja intuir por dónde van a ir los tiros en el resto del Estado. Además del brutal recorte en Sanidad, las/os más de 200.000 trabajadoras/os del sector público en general se enfrentan a un golpe descarado a sus condiciones laborales.

Entre las medidas anunciadas por la Generalitat se incluyen la reducción de un tercio de jornada y sueldo a 8.000 interinos/as (habrá que ver si, como han prometido, a cambio no se produce ningún despido), la eliminación del complemento de productividad y de las pagas extra, la no convocatoria de ninguna plaza pública en 2012, y la congelación de las aportaciones al plan de pensiones y al fondo de acción social. Y además de estas medidas, que según dicen serán temporales, se eliminarán de forma definitiva los tíquets de comedor, los permisos adicionales por antigüedad, el derecho de las madres a recibir el 100% del salario durante el primer año de vida de sus hijos aunque se redujeran la jornada, y el derecho a percibir el 100% del sueldo en casos de largas bajas médicas.

Lo que está por venir

Hasta aquí lo ya hecho, lo que ya está tramitándose o aplicándose. Pero todavía quedan muchos cambios por venir. Ya desde su victoria electoral, el Partido Popular ha ido dando, en pequeñas aunque no muy claras dosis, pistas de por dónde van a ir sus primeras medidas como gobierno. Lo primero, cómo no, será una nueva reforma laboral, que está visto que nunca son suficientes (a pesar de nunca cumplan las expectativas marcadas). Ya ha puesto una primera fecha límite, el día de Reyes, para que los agente sociales (eufemismo para hablar de CEOE, UGT y CCOO como nuestros valiosos representantes) lleguen a un acuerdo en esta materia; en caso contrario, el PP “actuará como gobierno” (asústense). Al cierre de esta edición aun no están del todo definidos los cambios que nos traerá esta nueva reforma, pero sí que podemos presentar una serie de propuestas que están teniendo más o menos eco y los temas sobre los que andan negociando la patronal y los grandes sindicatos. La versión final la veremos en enero y la sufriremos a partir de febrero.

Como ya hemos podido observar durante estos últimos meses (o años) a los/as trabajadores/as/as nos toca perder, vienen mal dadas y todas las propuestas que se ponen sobre la mesa van encaminadas a precarizar aún más si cabe nuestras relaciones laborales, y por ende, nuestras condiciones de vida. La patronal está desatada y las circunstancias les sonríen en su afán de apretarnos aún más las tuercas, con la matraca de la crisis se plantea como objetivo primordial la disminución de los costes de trabajo de cara a que no disminuyan los beneficios empresariales (o no dejen de aumentar como lo hacían antes) y a una supuesta reactivación de la economía. Es en este contexto en el que se pueden explicar algunas de estas medidas que (posiblemente) estén por llegar:

Miniempleos: una de las últimas ideas brillantes del presidente de la CEOE, Joan Rosell, que han saltado a la palestra es la de los minijobs, forma de contratación importada de Alemania. A grandes rasgos supone una relación laboral de media jornada en la que por unas 15 horas semanales de trabajo se percibirían hasta 400 euros mensuales (alrededor de 6,6 euros la hora). Se ha presentado como “la única salida de los/as parados/as”, ante todo para los/as jóvenes, pues según la CEOE se podrá compaginar con algún que otro trabajo o con los estudios; aunque no se podrá compaginar con una subsistencia más o menos digna (esto ya es opinión nuestra). Esta propuesta ya ha sido varias veces presentada por el Banco Central Europeo como una forma más de “flexibilizar el mercado laboral” europeo.

Cierto es que tampoco es la solución continuar con las actuales  jornadas laborales interminables, cada vez más largas y cada vez con mayores cargas de trabajo ante las continuas reducciones de personal, pero esta nueva propuesta no camina más que hacia una neoesclavitud, en la que ya dejan patente que “esto es una mierda, pero que peor es no cobrar nada”. Nos lo venden como medida excepcional, como algo sujeto a situaciones específicas y reguladas, pero esa es la misma cantinela que vino con los contratos temporales, y ahora son la norma.

Por supuesto, como suele pasar cuando a alguien se le ocurre compararnos con Alemania, sólo se toman en cuenta aquellos/as datos que interesan, a saber, a nadie se le ha ocurrido proponer que de la mano de estos minijobs vengan también las ayudas en transporte o a la manutención de los/as  hijos/as que vienen implícitas en estos contratos en Alemania.

-Negociación colectiva: en este apartado, tanto Rajoy en su discurso de inauguración del nuevo curso parlamentario como la CEOE lo tienen claro, la idea es acabar con los convenios colectivos a nivel territorial, y en menor medida a nivel sectorial, en favor de los convenios de empresa, permitiendo a los/as empresarios/as descolgarse fácilmente de los convenios de grado superior. Todo ello no es más que proseguir el camino ya abierto por el PSOE con el paquete de medidas que aprobó en junio de 2011.

Las consecuencias de todo ello se verán en breve, pues en un país como España donde la gran mayoría de los/as asalariados/as/as lo son en pequeñas y medianas empresas, a ver quién es el listo que negocia un buen convenio en una empresa de cinco trabajadores/as, cuando además su contrato es temporal o de menos de un par de años y el despido es gratuito o irrisorio.

Pero esto no es todo en este ámbito, los/as bueno/ass de los/as empresarios/as están a todo, por lo que también está sobre la mesa la propuesta de acabar con la ultraactividad, es decir, hasta la fecha, mientras se negocia un nuevo convenio, queda como telón de fondo el anterior por tiempo indefinido hasta que finalicen las negociaciones. Esto se va a acabar, pues la idea es dar un plazo máximo de 20 meses hasta que intervenga un arbitraje externo, un experto que medie y decida, experto que como es de esperar no será nada objetivo, pues no le llaman experto a cualquiera.

-Contención salarial y productividad: si hay algo en lo que todos/as están más que de acuerdo y que es tabú si quiera pensar en refutarlo es que lo que necesita la sociedad y la economía española para volver a arrancar es que ganemos menos dinero, y si es trabajando más horas, mejor. La contención salarial (o moderación como le llaman), algo que ya firmaron el año pasado CCOO y UGT, está nuevamente en la negociación como algo inevitable.

El PP ya lo dejado caer en varias ocasiones, eso de que los salarios se revisen con el IPC está a punto de terminarse, nada de mantener el nivel de vida. A partir de ahora proponen que los salarios se reestructuren en función de la productividad, termino hartamente abstracto y que nadie se ha encargo de definir, ni un solo dato objetivo que nos marque sobre que indicadores se establecerá el nivel de productividad. Suponemos, como no, que este grado de productividad será marcado por el empresario.

Esta excusa de la productividad sirve hasta para cambiarnos los días festivos de lugar. La CEOE lo ha dejado claro, los puentes atacan directamente a la economía, tenemos demasiados días de fiesta y así no podemos continuar. Su propuesta es pasarlos todos las fiestas al lunes, que así ahorramos… en descanso sobre todo. Lo que no dirán es que quien se coge puente es porque tiene vacaciones y que por mucho que clamen que España es uno de los países europeos con más días de fiesta, también es el quinto en el que más horas curramos. Eso sí, el viernes santo y la fiesta patria del 12 de octubre son sagrados, esos se quedan en su día… que como ya dijo alguien lo importe es el Dios, Patria y Rey.

Estas son algunas de las medidas con las que nos podemos encontrar en un futuro más o menos cercano, algunas están ya muy encauzadas, como la moderación salarial o la continuación de la reforma de la negociación colectiva, otras aún son solo pedradas soltadas por la patronal, como el caso de los miniempleos. Pero vamos, que por aquí irán los tiros, y de la mano también vendrán otras medidas como un mayor control sobre las bajas por enfermedad, mayores disminuciones de los costes de despido o un intento de saltarse el duro trámite de los jueces (que no es que sean claros partidarios de los movimientos obreros) a la hora de resolución de ciertos conflictos laborales en pro de mediadores; lo que se podría resumir en esas dos palabras de moda como son flexibilidad laboral, que viene a querer decir que estás jodido en el curro.

Ahora nos toca a nosotros/as ver cómo queremos responder, cómo vamos a afrontar estas nuevas realidades. Esto va mucho más allá de derechos conseguidos o de servicios públicos, tiene más que ver con necesidades.

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2 comentarios en «Año nuevo, vida austera»

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